Muchas veces nos dejamos llevar por el reclamo de las propiedades nutritivas de los alimentos sin darnos cuenta de que estas ideas suelen ser fruto de estrategias de marketing o meras «leyendas urbanas».
Si bien es cierto que hay alimentos (o superalimentos, como muchos los llaman ahora) que pueden ayudarnos a mantenernos sanos si los incluimos dentro de una dieta variada y equilibrada, estos ni son milagrosos ni tienen propiedades curativas.
A continuación, explicamos las principales características de algunos de los superalimentos que puedes encontrar en el mercado:
Maca
La maca es un superalimento que puedes encontrar en formato polvo y que se caracteriza por ser rica en aminoácidos, minerales y vitaminas. Se dice que la maca tiene efectos antidepresivos, anticancerígenos, estimuladores del sistema inmunológico, afrodisíacos y beneficiosos para la menopausia, entre otros.
Hay estudios experimentales que afirman que existen diferencias en las propiedades biológicas de la maca según su variedad (amarilla, negra o roja). Sin embargo, hacen falta más investigaciones para verificar cuáles son sus verdaderos beneficios.
Este superalimento puede resultar tóxico si lo consumes en grandes cantidades, ya que contiene alcaloides.
Kale
El kale tiene un alto contenido en agua, fibra, minerales y vitaminas. También tiene hierro y calcio, pero menos aprovechables por el organismo que cuando se consumen en la carne o la leche respectivamente debido al origen vegetal del kale.
Este superalimento presenta glucosinatos (compuestos azufrados cuyo efecto preventivo del cáncer de próstata se está investigando), sulfofaranos (parecen tener efectos antiinflamatorios) y boro (recomendable para prevenir la pérdida de estrógenos durante la menopausia).
A las personas con hipotiroidismo se les suele recomendar que tengan cuidado con el consumo de kale, puesto que sus compuestos azufrados interfieren en la absorción yodo y la falta de esta sustancia suele ser una de las causas más frecuentes del hipotiroidismo
Bimi
El bimi es una hortaliza a la que se le atribuyen los mismos beneficios de las coles, pero con más intensidad. Según un estudio de la Universidad Politécnica de Cartagena, tiene un 60 % más de compuestos bioactivos que el brócoli y, además, nuestro organismo los absorbe mejor. Ahora bien, estas propiedades pueden perderse según la forma en la se prepare, por lo que es mejor consumir el bimi crudo o cocinarlo al vapor en vez de hervido.
Otro beneficio de este superalimento es su alto contenido en vitamina C, aunque este sea inferior al de otros alimentos como la naranja.
El bimi es una hortaliza muy interesante, pero es verdad que su coste tan elevado puede ser un inconveniente a la hora de introducirlo en nuestra dieta.
Cacao
El cacao es un alimento calórico (sobre todo si no está desgrasado) y una fuente de fibra, vitaminas B2, B3 y minerales.
A los polifenoles del cacao se les atribuye el aumento de bacterias positivas para la flora intestinal, así como la disminución de aquellas que favorecen el desarrollo de obesidad y enfermedades cardiovasculares. A pesar de que hay estudios que han probado estos efectos positivos sobre la salud cardiovascular, no están reconocidos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
También suele decirse que este superalimento mejora el estado de ánimo y tiene efecto antioxidante.
El cacao no es bueno para personas sensibles a los estimulantes porque contiene teobromina, teofilina y cafeína.
Aloe vera
El componente principal del aloe vera es el agua. Igualmente, este superalimento se caracteriza por ser rico en minerales, vitaminas hidrosolubles, aminoácidos y glucomano (una fibra alimentaria que proporciona sensación de saciedad)
Se le asocian numerosas propiedades beneficiosas como, por ejemplo: para adelgazar, regular el azúcar en sangre, combatir el Alzheimer, la depresión, el glaucoma, las varices, etc.
Hoy en día, existen diversos estudios clínicos que hablan sobre su eficacia como tratamiento contra el estreñimiento, la diabetes, las úlceras y la inflamación del tracto intestinal. Si bien es cierto que los resultados son prometedores, todavía no han sido confirmados.
Este superalimento está totalmente desaconsejado para las mujeres embarazadas y aquellas personas que tienen alergia a las liliáceas. También puede interactuar con medicamentos corticoesteroides.
Açaí
Las bayas de açaí están consideradas un fruto muy energético gracias a su elevado contenido en grasa, muy similar al del aceite de oliva o aguacate. También aportan proteína, vitamina A y minerales.
Se dice que este superalimento ayuda a adelgazar, a mejorar el tono muscular e, incluso, que favorece la digestión, entre otros efectos positivos para nuestra salud.
Los estudios in vitro y testados en animales han demostrado cierta capacidad antioxidante debido a los componentes fitoquímicos del açaí, pero actualmente no hay suficientes investigaciones que confirmen este beneficio en los humanos.
Jengibre
El jengibre apenas tiene interés nutritivo, ya que esta especia suele consumirse en cantidades muy pequeñas.
En cuanto a sus cualidades, la Agencia Europea del Medicamento ha aprobado el uso de este superalimento para prevenir las náuseas y los mareos cuando se viaja.
Si bien es cierto que se habla sobre que el jengibre también tiene efectos antibacterianos, favorece la circulación sanguínea, reduce los niveles de colesterol y ayuda a prevenir el resfriado o la sinusitis, son necesarias más investigaciones para afirmar que todos estos beneficios son ciertos.
Si tienes problemas en el aparato digestivo como úlceras o gastritis, no es buenoque consumas este superalimento. Asimismo, te recomendamos que consultes con tu médico si estás siguiendo algún tratamiento para evitar posibles interacciones con los medicamentos.
Espirulina
La espirulina es un alga muy nutritiva gracias a su contenido en proteína y vitaminas, así como por sus pigmentos que actúan como antioxidantes.
A pesar de esta interesante composición nutritiva, no hay estudios que evidencien ninguna de las propiedades curativas o de mejora que se le suelen asociar (eficacia contra la obesidad, diabetes, anemia, úlceras intestinales, etc.).
Algunas personas experimentan dolor de estómago, somnolencia o picazón después de consumir este superalimento. Además, su alto nivel de fenilamina puede ser perjudicial para personas con fenilcetonuria (alteración congénita del metabolismo).