Con más de 90 nutrientes y 46 antioxidantes diferentes la moringa es una de las más ricas fuentes naturales conocidas de vitaminas y minerales y bien merece ser citada como el “árbol de la vida”
Cómo tomar la moringa
Para consumir la moringa en polvo, es recomendable empezar los primeros cinco días con ¼ de cucharadita de café, aunque dependerá de la actividad física de la persona. Lo máximo son tres gramos al día.
Puedes mezclararla en zumos, batidos, smoothies, pescados, carnes, pastas… aunque lo ideal es consumirla en el desayuno o a media mañana ya que puede llegar a quitar el sueño.
Además, las hojas son perfectas para elaborar infusiones frías o calientes combinándolas con diferentes cítricos. También puedes añadir unas hojas a tus ensaladas, como si de orégano se tratase.
En cuanto a las semillas, no se pueden comer más de 3-4 al día. Para ello, es necesario pelarlas y comer el interior blanco.
En definitiva
Las hojas secan contienen:
- 25 veces la cantidad de hierro que las espinacas
- 17 veces más calcio que la leche
- 15 veces más potasio que los plátanos
- 10 veces más vitamina A que las zanahorias
- 9 veces más proteínas que un yogur
- 4 veces más fibra que la avena
Motivos sobran para incluir este superalimento a la lista de ingredientes diarios. Y es que, pese a parecer poco conocido, existen escritos que sitúan la moringa en el año 150 a.C., llegando a ser muy apreciada por los romanos, griegos y egipcios.