El chef Martín Berasategui, reconocido por sus 12 estrellas Michelin, comparte una técnica para preparar el solomillo de cerdo que garantiza un resultado espectacular: un exterior crujiente y dorado, mientras que el interior queda jugoso y rosado. Este método combina dos cocciones: sartén y horno, asegurando un equilibrio perfecto de textura y sabor. Aquí te explico el proceso paso a paso.
Ingredientes necesarios
- 1 solomillo de cerdo (ibérico o blanco)
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
Método de preparación
1. Sellar el solomillo
- Precalienta una sartén grande a fuego medio-alto con las 2 cucharadas de aceite de oliva.
- Salpimienta el solomillo por todos sus lados.
- Coloca el solomillo entero en la sartén y dóralo durante 12 minutos, girándolo para que se selle bien por todas sus caras. Esto ayuda a conservar los jugos en el interior.
2. Cocción al horno
- Precalienta el horno a 130ºC (calor arriba y abajo).
- Transfiere el solomillo a una sartén apta para horno o a una bandeja, conservando los jugos que dejó en la sartén.
- Cocina el solomillo durante 20 minutos, dándole la vuelta cada 5 minutos para que la cocción sea uniforme.
3. Reposo esencial
- Retira el solomillo del horno y colócalo sobre una rejilla.
- Cúbrelo con papel de aluminio, dejando unas pequeñas aberturas para que la carne «respire» y no se recueza.
- Deja reposar durante 6-7 minutos. Este paso permite que los jugos se redistribuyan, manteniendo la carne jugosa al cortarla.
Consejos para servir
- Acompañamientos: Este solomillo es perfecto con patatas asadas, puré de patatas, verduras al horno, o una ensalada fresca.
- Salsa opcional: Puedes servirlo con una salsa de reducción de vino tinto, mostaza y miel, o incluso un alioli suave para resaltar su sabor.
Con este truco de Martín Berasategui, lograrás un solomillo de cerdo digno de los mejores restaurantes, ideal para ocasiones especiales o para sorprender en una comida familiar. ¡Buen provecho!
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