De sabor intenso, dulce y escasa acidez así es la «Tomata de Penjar» de Alcala de Xivert.
Hemos visto que los tomates auténticos de colgar son de tipo puntxeta, agulla o creu, que alguien nos corrija sino es así, son de tamaño pequeño y de un color rojizo intenso. Su peso ronda más o menos los 34-40 gramos, y hoy por hoy tienen una duración en casa de más de 6 semanas. Poseen mucha carne y son jugosos, y conforme va transcurriendo el tiempo son mas fragantes.
La empresa Despensa del Maestrazgo se dedica a la distribución del Tomate de Colgar de Alcala de Xivert. Tomate de una calidad premium certificado con la marca de calidad de la Comunidad Valenciana.
Apostando por el producto de Km 0, dando valor al trabajo de los agricultores año tras año.
La Tomata de Penjar d’Alcalà de Xivert debe principalmente sus cualidades organolépticas al clima y al agua utilizada para su cultivo.
- Las auténticas variedades que conforman esta marca de calidad de tomate deben provenir del término municipal de Alcalá de Xivert, al norte de la Comunidad Valenciana.
- Las huertas se sitúan entre la montaña y el mar, de ahí el suelo rico en sal lo que otorga al tomate ese sabor tan particular y único.
PRODUCTO FRESCO GARANTIZADO TODO EL AÑO
- La Tomata de Penjar es de temporada veraniega, aunque disponemos de invernaderos situados en Alcala de Xivert, lo que nos permite tener el mismo producto todo el año.
- Por sus propiedades este tomate no necesita aire refrigerado, su piel hace de caparazón y con el tiempo va madurando.
- Piel muy fina con abundante pulpa, acompañada de mucho jugo.
- Sabor intenso y dulce con escasa acidez.
EN LA COCINA
- Principalmente ideal para untar en el pan, con ajo, aceite y sal, aunque el abanico de elaboraciones en la cocina es muy amplio. Se puede freír, hornear, escaldar, confitar e incluso deshidratar. Sirve también de acompañamiento de carnes, verduras o pescados y especialmente en arroces así como de sofrito.
Historia del Tomate de Colgar
En una economía de subsistencia como la de las familias españolas durante la posguerra, la producción de una hortaliza como el tomate de colgar, de larga vida, capaz de ser almacenada con facilidad y consumida durante prácticamente todo el año, hasta la siguiente cosecha, revestía un interés añadido a sus propiedades alimenticias. Ello provocó que el cultivo de esta variedad proliferara durante la década de los años 40 en la Comunidad Valenciana, Cataluña y Baleares, principalmente. El tradicional mercado de los sábados de Alcalà de Xivert concentraba entonces la oferta de productos de la huerta que hasta allí se traían desde las localidades vecinas de Vinaròs, Benicarló o Torreblanca. En Alcalá se vendían pues las modestas cosechas de tomate de colgarcultivadas entre Cap i Corb y Alcocebre durante aquellos años.
A partir de los años 40 hasta la actualidad, el cultivo del tomate de colgar ha ido adquiriendo un carácter tradicional que, unido al cuidado artesanal de los cultivadores y a las particularidades geológicas y climatológicas del término de Alcalà de Xivert ha conseguido diferenciar sustancialmente este tomate de los que se producen en otras zonas de la cuenca mediterránea. Ello despertó el interés de los consumidores y comercializadores de Cataluña a partir de la segunda mitad de la década de los años 80, llegando en la actualidad a absorber el mercado catalán el total de la producción de tomate de colgar de Alcalà de Xivert.
El 23 de marzo de 2007 se creó la Asociación de Productores y Comercializadores de Tomata de Penjar de Alcalà de Xivert para revalorizar una hortaliza singular y de gran calidad en un momento en el que los productos agroalimentarios tradicionales y de significativo valor ecológico despiertan un notable interés entre los consumidores, propiciado en buena medida por la promoción de gastrónomos y cocineros que en España viven también una época de auge en su actividad. En su empeño por preservar el cultivo tradicional, crear marca y abrir así nuevos mercados, la asociación consiguió en diciembre de 2008 la Marca de Calidad CV para la Tomata de Penjar de Alcalà de Xivert. Con esta marca, concedida por la Generalitat Valenciana, se distingue y pone en valor la singularidad de este tomate único y se autentifica su calidad, su producción tradicional y su valor ecológico.