València, Recorrer la Comunitat Valenciana en bici es un camino para redescubrir el paisaje, conocer pueblos olvidados del interior y conversar con sus gentes, un turismo al alza en el que los viajeros aprovechan sus vacaciones para sentir la naturaleza, recuperar lo tradicional y vivir experiencias «en busca de las raíces».
«De unos años para aquí, el turista está cambiando: antes buscaba primero dónde dormir y después qué hacer, ahora la tendencia va invirtiéndose. La gente demanda experiencias, sentir la naturaleza, las raíces de los pueblos, de lo artesano y lo auténtico», asegura Alandí, que destaca que para dar forma a este proyecto se aplicó una metodología que consiste en entrevistar a mucha gente para conocer la demanda.
Estas rutas en bici pasan «por pueblecitos del interior que de alguna manera son rincones olvidados, donde el viajero se sienta a hablar con la gente de la zona, que busca también eso: poder charlar y contar sus quehaceres y su vida», relata.
Reivindica que en bicicleta el territorio se ve de otra manera, en un entorno en el que «se vive a otro ritmo» y donde «el reloj no hace falta». «Ni siquiera el móvil, es que se te olvida», sostiene.
Radicada en el municipio de Torres Torres, en la comarca del Camp de Morvedre, Mediterranean Bike Tours tiene como referencia la vía verde de Ojos Negros, «que es la más larga de España», y como explica Alandí, constituye «la columna vertebral del territorio».
Destaca que esta vía verde, por la que pasaba el ferrocarril que iba desde Sagunto a la mina de Ojos Negros y que tenía estación en todos los municipios, es la base de algunos de sus recorridos, que atraviesan varios pueblos de interés a lomos de bicis eléctricas que hacen que las rutas sean aptas para todos los públicos.
«En cuanto a cicloturismo, que es un sector emergente, esta es una zona estratégica», asegura Alandí, que señala que el proyecto cuenta asimismo en el enclave de Torres Torres con alojamientos rurales y una «Gastroshop» con los productos más exclusivos del Valle del Palancia y en este sentido recalca que «el turista internacional le da mucho valor al aceite, a la miel y al vino».
Entre los viajeros internacionales, revela, la ruta estrella es «Pedaleando el Mediterráneo», 200 kilómetros que parten del mar y atraviesan dos parques naturales -Sierra Calderona y la Sierra de Espadán-, «ríos con agua y pantanos, además de ir en barca por el río subterráneo más largo de Europa: las grutas de San José».
Entre la gente de la zona que hace estas travesías en familia y en pareja, en cambio, la ruta preferida es una de cercanía, cuya duración es menor: «En busca del tesoro de Ojos Negros», una suerte de misión que consiste en encontrar tesoros escondidos a lo largo del camino.
«Además de saludables, respetuosos con el entorno y divertidos, todos son gamificados (como si fueran juegos)», afirma Alandí sobre los itinerarios de Mediterranean Bike Tours.
Esta empresa emergente de cicloturismo en la Comunitat Valenciana, integrada por cinco personas más, echó a rodar el pasado mes de junio «para ofrecer lo mejor del territorio, en cuanto a cultura, patrimonio, paisaje y gastronomía».
Alandí alude a la importancia de poner en valor los rincones valencianos olvidados y la sabiduría popular de sus habitantes: «El viajero interactúa con los vecinos de los pueblos, se sienta a hablar y solo una charla con ellos ya es enriquecedora