La cocina tradicional, con sus sabores profundos y aromas que evocan recuerdos, tiene el poder de transportarnos a momentos inolvidables junto a nuestros seres queridos. Hoy, me gustaría compartir contigo una receta que captura la esencia de estas experiencias: las Torrijas de la Abuela. Este plato no solo es un emblema de la cocina casera, especialmente durante la época de Cuaresma, sino también una muestra del amor y la tradición que se transmite de generación en generación. Prepárate para envolver tu cocina con un aroma que te llevará directamente a esos momentos junto a la abuela, mientras te guío paso a paso para recrear este dulce tan especial.
Ingredientes:
- 1 barra de pan (preferiblemente del día anterior)
- 1 litro de leche
- 200 g de azúcar
- 2 ramas de canela
- La piel de 1 limón
- 2 huevos
- Aceite de oliva para freír
- Azúcar mezclado con canela molida, para espolvorear
Instrucciones:
- Preparar la leche aromatizada: En una olla, calienta la leche junto con el azúcar, las ramas de canela y la piel de limón. Lleva a ebullición y luego retira del fuego. Deja reposar para que la leche se infusione y adquiera todos los aromas.
- Remojar el pan: Corta el pan en rebanadas de aproximadamente 2 cm de grosor. Una vez que la leche esté tibia, sumerge las rebanadas de pan en ella, asegurándote de que queden bien empapadas.
- Freír las torrijas: Bate los huevos en un plato. Calienta una buena cantidad de aceite de oliva en una sartén. Pasa cada rebanada de pan empapada primero por huevo batido y luego fríelas en el aceite caliente hasta que estén doradas por ambos lados.
- Escurrir y espolvorear: Una vez fritas, pasa las torrijas a un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Mientras aún están calientes, espolvoréalas con una mezcla de azúcar y canela molida.
Maridaje sugerido:
Para acompañar este dulce tradicional, te sugiero un vaso de vino dulce, como un Pedro Ximénez o un Moscatel, cuyas notas intensas y dulces complementarán a la perfección la suavidad y el carácter especiado de las torrijas.
Las Torrijas de la Abuela son más que un simple postre; son un viaje sensorial al pasado, un tributo a esos momentos compartidos en la cocina, aprendiendo los secretos culinarios de nuestras abuelas. Te invito a revivir y a crear nuevos recuerdos mientras disfrutas de este dulce tan emblemático. Y recuerda, la cocina es también un acto de amor y tradición que se renueva con cada plato que preparas.