Las variedades de arroz más competitivas en el mercado se han visto afectadas
LA UNIÓ informa que la falta de una dotación adecuada de agua está marcando negativamente el final de la campaña en las zonas productoras de arroz.
La sequía que viene atravesando el sector agrario durante los últimos años ha provocado que desde la Confederación Hidrográfica del Júcar se adopten medidas para repartir el agua disponible, correspondiéndole a la zona arrocera una menor dotación de la que venía siendo la habitual y que ha conllevado que se corte el agua para el cultivo antes que en años anteriores.
Esta situación de menor dotación de agua afecta, en la zona de la Albufera, a dos variedades que se están cultivando en un elevado número de hectáreas, J. Sendra y Argila, salidas del IVIA y con alta demanda en los mercados y culinariamente más apreciadas. Estas dos variedades son de ciclo más largo y, por tanto, se precisa de una mayor dotación de agua para mantener su cultivo hasta el final del ciclo vegetativo.
A todo ello, hay que añadir que este año la producción de arroz se ha visto afectada por la prohibición del uso de determinados fungicidas sin una alternativa efectiva que ha provocado un incremento de la afección del hongo de la Pyricularia que ha afectado al cultivo de forma muy negativa, con una disminución de la producción.
Finalmente, y en referencia a la gestión de la paja del arroz, Enric Bellido, responsable de la Sectorial del Arroz de LA UNIÓ, expone que: “Por fin, y después de muchos años de falta de voluntad por parte de la administración, esta campaña se ha llegado a un acuerdo con la Conselleria de Agricultura para, de forma ordenada, gestionar la paja del arroz resultante de la siega”.
En este sentido, se va a dividir la zona productora en dos zonas donde en una de ellas se sacará la paja o, en su defecto, se incorporará a la tierra y en la otra se eliminarán los rastrojos de forma controlada y ordenada.