La turronera 1880 ha inaugurado su propio Museo del Turrón y del Mazapán en la ciudad de Toledo, situado en el número 24 de la calle Comercio. Este nuevo espacio ha abierto sus puertas esta semana para ofrecer a los visitantes un recorrido gratuito por los últimos 300 años de historia de la elaboración de dos de los dulces españoles más emblemáticos: el turrón y el mazapán.
La familia Sirvent, una saga jijonenca dedicada a la elaboración de estos dulces desde 1725, ha sido la mecenas de esta propuesta. Destacan desde el museo «la estrecha vinculación de la propia familia con la ciudad de Toledo», ya que Sagrario Arroyo Martínez, tatarabuela de la actual generación, la duodécima, nació en la ciudad en 1909.
El museo ofrece una experiencia interactiva para los visitantes, que se inicia a través de un túnel revestido con la flor del almendro. Los sonidos y aromas propios de un campo de cultivo transportan al visitante al primer estadio de este viaje sensorial que se inicia en la materia prima, se detiene en los primeros utensilios que intervinieron en su fabricación, en los usos y costumbres de la época a través de la vestimenta tradicional, y que concluye haciendo partícipe al visitante de «una historia que continúa escribiéndose».
Con el regusto dulce tras la visita que finaliza con una degustación gratuita, y que se completa en unos quince minutos, se pueden adquirir los productos estrella de Casa 1880, como los clásicos turrones de Jijona (blando) y de Alicante (duro).
Los fondos que la familia Sirvent lleva recopilando, custodiando y conservando durante tres siglos, y que integran obras de arte de reconocidos artistas, maquinaria, instrumentos y objetos de incalculable valor, se encuentran repartidos ahora entre sus museos de Jijona (Alicante) y Toledo.
El turrón y el mazapán comparten su ingrediente más noble, la almendra, son de origen árabe y su época de mayor consumo es la Navidad, hecho que justifica el que este museo recoja la historia de ambos. Aunque existen ciertas referencias bibliográficas que aluden a la pasta de almendra y miel en la antigua Grecia, no será hasta la era cristiana cuando se incorpore la tarta de almendras a la celebración de la Pascua con el nombre de ‘panis martius’ (pan de marzo).
Precisamente en homenaje a este singular hecho, la familia Sirvent ha querido inaugurar esta exposición permanente coincidiendo con la celebración, señalan desde el museo.