La primera granja de pulpos en Canarias ha generado controversia entre científicos y activistas por el bienestar animal. Los pulpos son animales solitarios, agresivos y muy inteligentes que pueden sentir dolor, según varios estudios científicos. La demanda de pulpos está aumentando en economías muy potentes, como Estados Unidos y Japón, pero la producción de las pesquerías no da abasto, lo que puede derivar en una sobreexplotación de los caladeros o técnicas de captura insostenibles. Nueva Pescanova, una empresa española, pretende crear la primera granja de pulpos del mundo en Canarias, lo que ha generado una fuerte oposición por parte de grupos animalistas y expertos.
Según la organización Eurogroup for Animals, las criaturas se alojarían en unos 1.000 tanques comunitarios de agua en un edificio de dos plantas en la capital grancanaria, donde habría entre 10 y 15 individuos conviviendo por cada metro cúbico, y serían alimentados con pienso para pescado. Además, la técnica que pretende utilizar Nueva Pescanova para sacrificar a los animales introduciéndolos en recipientes de agua a -3 grados centígrados ha sido calificada de cruel por algunos expertos, ya que puede provocar estrés y dolor potencialmente intenso antes de la muerte. El Gobierno de Canarias estudia actualmente la evaluación de impacto ambiental del proyecto de Nueva Pescanova.
La creación de la primera granja de pulpos en Canarias ha generado controversia y cuestionamientos éticos por parte de científicos y activistas. Estudios científicos han demostrado que los pulpos son seres sintientes y que pueden experimentar dolor y sufrimiento ante estímulos externos. Además, la cría de pulpos en cautiverio puede generar problemas graves de bienestar y una elevada mortalidad debido a que en estado salvaje son animales solitarios, agresivos y muy inteligentes.
Por otro lado, la demanda de pulpos en economías potentes como Estados Unidos y Japón está aumentando, y la producción de pesquerías no da abasto, lo que podría derivar en una sobreexplotación de los caladeros y en técnicas de captura insostenibles.
La empresa española Nueva Pescanova pretende invertir unos 65 millones de euros para crear la primera granja de pulpos del mundo en Canarias, produciendo unas 3,000 toneladas anuales, lo que equivaldría a más del 10% de la producción nacional y a cerca del 43% de toda la acuicultura de Canarias. Sin embargo, las condiciones en las que estarían los pulpos dentro de la granja han sido ampliamente criticadas por activistas y científicos.
La manipulación de pulpos en investigación o comercialización carece de leyes y no hay regulación que indique qué es lo que está bien o mal ni directrices de cómo hacerlo. Aunque un comité ético redacte un manual de buenas prácticas, no habría recurso en caso de violación de esos términos. Algunos legisladores han propuesto la prohibición de esta actividad incluso antes de iniciarse.
Mientras científicos y ecologistas piden la paralización de los planes para crear granjas de pulpos, Nueva Pescanova defiende los trabajos que ha llevado a cabo y espera que la granja de pulpos reste presión a su pesca en estado salvaje. El Gobierno de Canarias estudia actualmente la evaluación de impacto ambiental del proyecto y no sabe cuándo iniciará la construcción de la misma.