La naranja, la fruta de los dioses
Dentro de la planificación del desayuno ideal siempre está un buen vaso de zumo de naranja. Esta concepción se debe a todos los nutrientes que aporta al organismo humano el zumo de esta cítrica fruta. Vitaminas A, C y E, calcio, hierro y potasio son algunos de los elementos que ofrece este fruto.
Hoy en día, hay diversos tipos de naranjas, algunas más dulces y otras más ácidas, las cuales se adaptan a diversos gustos y utilidades para quienes se interesan por llevar una vida sana y saludable.
La preferida de los españoles
La naranja es la fruta más consumida por los españoles. De acuerdo con un informe elaborado por la Asociación Española de Fabricantes de Zumos (Asozumos), un español promedio consumió 17,36 litros de zumo durante 2017, y la naranja fue el sabor más demandado con un 34%.
Esta tendencia también la confirmó las estadísticas de 2017 publicadas por el Centro de Investigaciones Sociológicas, organismo que reveló que 63,7 % de los españoles consumía fruta fresca a diario.
Por su parte, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente señaló que en 2016 las familias españolas consumieron 4 369 449 toneladas de fruta fresca, siendo la naranja la fruta más deseada.
Valencia, la reina de las naranjas
Expertos en la materia aseguran que las naranjas españolas tienen sus propias características, y más cuando son cosechadas en Valencia. En 2016, España produjo 3,6 millones de toneladas de naranjas; de este número, 1850,5 toneladas se cosecharon en Valencia.
Catadores aseguran que consumir una naranja de Valencia brinda mayores beneficios, esto debido a las características particulares de la tierra.
En primer lugar, Valencia tiene un clima mediterráneo, ideal para el cultivo de esta fruta. Asimismo, la textura de la tierra es única y muy fértil; además, es tratada con el mayor cuidado y cariño por los agricultores de la zona, quienes trabajan de forma tradicional y sin la presencia de productos químicos.
Sin duda alguna, las naranjas valencianas son unas de las mejores del mundo. Aprovechando el carácter natural y orgánico de este fruto, hay empresas como Naranjas Pilarín que ofrecen todas las variedades de la naranja con la garantía de la mayor calidad posible.
¿Por qué comer naranjas?
Preferir la naranja ante otras frutas puede ser normal. Y es que se trata de un fruto que otorga una enorme cantidad de beneficios a quienes lo consumen.
Alto contenido de vitamina C
Esta es quizá la propiedad más conocida de las naranjas. Sus altos niveles de vitamina C la hacen el fruto perfecto para combatir los resfriados y distintas afecciones respiratorias.
Promueve la formación de colágeno
Esta característica hace que la naranja sea el alimento ideal para actuar de forma positiva sobre la piel, favoreciendo una apariencia tersa de la misma y evitando su envejecimiento prematuro.
Baja en azúcar
A pesar de ser una fruta sumamente dulce, la naranja se caracteriza por tener bajos niveles de azúcar. Por lo que puede comerse sin culpas, especialmente aquellas personas que sufren de diabetes o que padecen de sobrepeso. La naranja ofrece sensación de saciedad, muy pocas calorías y es un diurético natural.
Puede aprovecharse por completo
La naranja es una fruta que puede aprovecharse al completo, hasta su cáscara. Con esta pueden hacerse infusiones que tienen efectos diuréticos y antioxidantes.
También puede utilizarse como aromatizante natural, e incluso como repelente de mosquitos amigable con el medio ambiente, carente de conservantes o sustancias químicas perjudiciales.
La naranja, ¿la fruta de los dioses?
En la mitología griega ya se hablan de las naranjas y sus propiedades. Y es que el propio Hércules recurrió a ellas para que le dieran fuerzas ante uno de sus trabajos como héroe (el 11º).
Las manzanas de oro, término por el que hacía referencia a estas naranjas amargas que robó Hércules para conseguir, entre otras cosas, la eterna juventud, estaba custodiado por ninfas y una gran serpiente.
Con todo esto, no cabe duda que la naranja es la opción ideal para consentir el paladar, cuidar el cuerpo y ser parte de las tradiciones españoles.