INGREDIENTES (4 personas)
4 flores de calabacín
Mezcla de quesos:
- 75 gr de requesón
- 75 gr de queso curado rallado
- 75 gr de mozarela
- 2 cucharadas de postre de guindilla picada
- 1 cucharada sopera de mezcla de hierbas (en la misma proporción, hierbabuena, eneldo y cilandro picados)
- Un pellizco de chile en polvo
- Un pellizco de sumac en polvo
Masa para la tempura de Amstel Radler:
- 33cl de Amstel Radler
- 1 huevo
- 250 gr de harina común
- Un pellizco de sal
- Un pellizco de azúcar
Vinagreta:
- 1 cucharada sopera de mezcla de hierbas (en la misma proporción, hierbabuena, eneldo y cilandro picados)
- 1 cucharada de postre de jalapeños picados
- 30 gr de calabacín crudo laminado
- 4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada sopera de zumo de limón natural
- Un pellizco de sal
- Un pellizco de chile en polvo
Opcional: crema holandesa para acompañar
ELABORACIÓN Y MARIDAJE:
Lavar, secar y reservar las flores de calabacín
En un bol, poner los quesos (mozarela fresca, queso curado rallado y requesón) y trabajar con las manos hasta conseguir una mezcla consistente. Añadir las especias, el picadillo de guindilla y la mezcla de hierbas.
Poner el relleno en una manga pastelera e introducirlo en las flores de calabacín. Unir las puntas de los pétalos para cerrar y reservar.
Calentar aceite de oliva virgen extra para la fritura.
En paralelo, mezclar los ingredientes de la tempura de Amstel Radler para conseguir una masa líquida, pero de cierta consistencia, donde bañaremos boca abajo las flores de calabacín rellenas, sujetándolas por el final de la verdura.
Freír las flores rebozadas, evitando el contacto entre ellas y dorando todas sus caras para generar una capa crujiente que contenga el queso bien fundido en el interior. Reservar en una fuente con papel absorbente.
Sobre un plato, disponer las flores en tempura de Amstel Radler y hacerles un corte longitudinal. Verter encima la salsa holandesa y la vinagreta, al gusto. Decorar con sumac en polvo y el picadillo de hierbas.
Una vez completada la presentación, servir a temperatura ambiente, acompañado de una Amstel Radler bien fría.
Siguiendo la tradición alemana, esta propuesta de Amstel combina un 40% de cerveza – en su caso, una lager 100% malta – con un 60% de limón, para el que se utiliza puro zumo. Así se obtiene una bebida natural, con solo 2° de graduación, muy refrescante y de sabor suave.
Su tono cítrico resalta el sabor concentrado del calabacín en flor y encuentra un curioso contrapunto en lo lácteo de la mezcla de quesos así como en los toques herbales del aliño que propone Camarena.
El trago de esta cerveza, sutilmente ácido y muy fresco, es también algo turbio al descubrir la pulpa de la fruta. Cualidades organolépticas que aligeran el rastro de la fritura en boca. Además, contrasta con la textura crocante y cremosa de la flor de calabacín en tempura.
El resultado es un maridaje fresco, lleno de sorpresas, que rompe los cánones para centrarse en sabores naturales, refrescantes y originales, como Amstel Radler y como la cocina de Ricard Camarena para Canalla Bistro.