Si hay algo capaz de unir la variada gastronomía española es la afición por el aperitivo, y con él, la tapa. Las tapas son pequeñas porciones de comida que se sirven como acompañamiento a una bebida en los bares y restaurantes de España. Esta tradición gastronómica, tan arraigada en la cultura española, ha trascendido fronteras y ha llegado a diferentes partes del mundo, incluyendo Estados Unidos. Sin embargo, la comprensión y apreciación de la tapa en el contexto estadounidense puede resultar un desafío.
El chef asturiano José Andrés, reconocido internacionalmente por su labor como embajador de la cocina española, ha sido pionero en llevar el concepto de la tapa a Estados Unidos. A través de sus restaurantes, como Jaleo en Washington, ha intentado transmitir la esencia de este arte culinario español a los comensales americanos. Pero ¿qué es exactamente una tapa?
Según la definición de José Andrés, las tapas son un «caballo de Troya» para que los estadounidenses comprendan la cultura de los españoles. Para él, las tapas no solo son una forma de comer, sino también una forma de vivir y celebrar. Se trata de compartir pequeños bocados y vino con amigos y familiares, utilizando la comida como un medio para reunir a las personas. En España, el tapeo es más que una experiencia gastronómica, es una tradición social y cultural que implica compartir, conversar y disfrutar en compañía.
Sin embargo, trasladar este concepto a Estados Unidos puede resultar complicado debido a las diferencias culturales y culinarias. En la cultura americana, la forma tradicional de comer se basa en platos individuales o familiares, donde cada comensal tiene su propia porción de comida en su plato. La idea de compartir pequeñas porciones dispuestas en el centro de la mesa es algo desconocido para muchos extranjeros.
José Andrés ha tenido que hacer de guía cultural además de cocinero y anfitrión para explicar el concepto del tapeo a sus clientes americanos. Para facilitar su comprensión, utilizó la «regla de las 20 pulgadas» (unos 50 centímetros). Según esta regla, si se coloca un plato en el centro de la mesa para compartir, se considera una tapa. Si a alguien no le gusta compartir, puede mover el plato a 20 pulgadas de distancia para tenerlo frente a sí mismo, dejando de ser una tapa.
La idiosincrasia del tapeo español sigue siendo única y definitoria de la cultura española. Intentar replicarla en otros países puede resultar un desafío, ya que cada cultura tiene sus propias tradiciones y formas de disfrutar de la comida. Sin embargo, esto no significa que no se pueda adaptar y disfrutar de la cocina española en otros contextos.
José Andrés y otros chefs españoles han adaptado las tapas para hacerlas más accesibles y comprensibles para los americanos. Han creado versiones más grandes de las tapas tradicionales, convirtiéndolas en platos individuales. También han incorporado ingredient es y sabores locales para atraer a un público más amplio. Esta adaptación no pretende reemplazar la autenticidad de las tapas españolas, sino más bien compartir la esencia de la cultura gastronómica española de una manera que sea apreciada y disfrutada por los comensales estadounidenses.
A pesar de las dificultades iniciales, el concepto de la tapa ha ido ganando popularidad en Estados Unidos. Cada vez más restaurantes y bares en ciudades como Nueva York, Los Ángeles y Miami ofrecen opciones de tapas en sus menús. Los amantes de la comida han descubierto el placer de probar diferentes sabores y compartir pequeñas porciones de platos deliciosos.
La tapa ha sido un puente cultural que ha permitido a los americanos acercarse a la cocina española y comprender su enfoque único hacia la comida y la vida. A través de las tapas, se pueden experimentar sabores auténticos y descubrir la riqueza de la gastronomía española.
Es importante destacar que la tapa no se trata solo de la comida en sí, sino también de la atmósfera y la experiencia social que la rodea. Sentarse en un bar español, rodeado de amigos o desconocidos, disfrutando de pequeñas porciones de comida y conversaciones animadas, es parte integral de la experiencia de tapear.
En resumen, la definición de la tapa según José Andrés va más allá de simplemente describir un plato pequeño de comida. Es una forma de vida, una celebración de la comida y la compañía, y una invitación a descubrir la cultura y la tradición españolas. Aunque puede haber adaptaciones y variaciones en diferentes países, la esencia de la tapa sigue siendo un símbolo de la identidad culinaria española y una puerta de entrada para los amantes de la gastronomía en todo el mundo.
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