La carne picada, la burguer meat y la hamburguesa son términos que suelen confundirse, y es importante saber la diferencia entre ellos para poder elegir el producto que mejor se adapte a nuestras necesidades. Según el Real Decreto que regula los productos cárnicos, estos se dividen en tres categorías: carne picada, burguer meat y preparados de hamburguesa.
La carne picada es el producto obtenido a partir de carne fresca que se ha pasado por una picadora. Puede contener grasa y otros aditivos, como sal y especias, pero no sulfitos. Es importante destacar que, al tratarse de carne fresca, su fecha de caducidad es corta y debe mantenerse refrigerada para evitar la proliferación de bacterias.
Por su parte, la burguer meat es una mezcla de carne picada y otros ingredientes, como sulfitos, que se utilizan para prolongar la vida útil del producto. En la burguer meat también se pueden añadir vegetales, como cebolla y pimiento, para mejorar su sabor y textura. La burguer meat se utiliza principalmente en la elaboración de hamburguesas.
Por último, el preparado de hamburguesa es un producto que contiene carne, sal, pimienta y antioxidantes naturales. A diferencia de la burguer meat, en el preparado de hamburguesa no se pueden utilizar sulfitos, lo que significa que su fecha de caducidad es más corta que la de la burguer meat. Es importante tener en cuenta que el preparado de hamburguesa no puede considerarse carne picada, ya que su elaboración es diferente.
Es común encontrar en los supermercados hamburguesas preparadas que pueden incluir cualquiera de estos tres productos. Sin embargo, como consumidores, es importante leer las etiquetas y conocer las diferencias entre ellos para poder tomar una decisión informada. En general, la opción que contiene un mayor porcentaje de carne fresca sería la más recomendable, aunque también es importante tener en cuenta la calidad de la carne utilizada y los demás ingredientes presentes en el producto.
En resumen, la carne picada, la burguer meat y el preparado de hamburguesa son productos cárnicos con diferencias significativas en su composición y fecha de caducidad. Es importante leer las etiquetas y conocer la definición legal de cada uno para poder elegir el producto que mejor se adapte a nuestras necesidades y preferencias.