Vamos a elaborar la receta básica, con los ingredientes: queso, semillas y grasa. Pero también podríamos añadir a las galletas o bolas de comida para aves unos copos de avena secos (son estupendos para ellas), migas de pan, patatas asadas y frías (machacadas), incluso unas pasas deshidratadas.
Otro ingrediente sorprendente que parece encantar a las aves, según los expertos de SEO/Birdlife, es «la corteza de beicon, no demasiado salada y cortada fina».
Una vez que tenemos los ingredientes listos (semillas, queso y grasa) solo necesitamos un envase de yogur vacío, de los más habituales, es decir, de 125 milímetros (ml). Tenemos que agujerearlo por la base, y atravesarlo con un cordón o un trozo de lana, de modo que el nudo quede en la base, por fuera.
Así, la cuerda permanece dentro del envase, y debe sobrar bastante: este cordón nos servirá para colgar la bola o galleta para pájaros de la rama de un árbol, o de otra superficie colgante que frecuenten las aves de nuestro barrio.
Otra cosa importante: antes de rellenar los envases de yogur, hay que volver a sellar el agujero de la base con un poco de celo o cinta adhesiva que resista la humedad: esto evitará que la mezcla se pierda o caiga.
Una vez que tenemos listo el molde, añadimos un buen puñado de semillas, otro de queso rallado y, de nuevo semillas y queso hasta tener prácticamente lleno el envase. Debemos dejar aproximadamente un centímetro libre por arriba, para que nos quepa la manteca.
Importante: recuerda que la cuerda quedará rodeada de las semillas y el queso, por dentro del yogur, y que debe sobresalir por encima del envase.
Ahora, antes de añadir la grasa o la manteca, debemos derretirla en un cazo, a fuego lento. Una vez que tenga consistencia líquida, podremos verterla sobre la mezcla de semillas y queso, de modo que cubra todos los ingredientes secos que tenemos dentro del envase de yogur.
Una vez que esté listo, metemos el envase con las semillas, el queso y la grasa derretida en el frigorífico; y lo dejamos reposar durante una noche entera, unas doce horas, o hasta que la mezcla adquiera una consistencia sólida. Queremos que la bola de comida para aves quede compacta.
Ahora, tiramos de la cuerda con cuidado, para sacar la mezcla sólida del envase. O, más fácil todavía, cortamos con cuidado el envase, con ayuda de unas tijeras, y lo desechamos. El resultado: deberíamos tener una especie de yogur sólido para pájaros, macizo, de aspecto bonito, y donde podamos distinguir las semillas. ¡Y ya está lista la bola de comida para aves!
Truco adicional: estas bolas o galletas para pájaros tan nutritivas, podemos guardarlas en el frigorífico durante unas semanas. Y sacar una o dos cada vez, durante los días fríos de invierno. Ahora bien: esta receta no funciona bien durante el verano ni los días cálidos, porque la mezcla se derretiría, y puede manchar las plumas de los gorriones o los herrerillos: algo peligroso, ya que les dificultaría el vuelo.
Como alternativa, durante esos días de calor, podemos utilizar solamente semillas. Pero estamos en invierno, y esta receta es perfecta durante estos meses fríos, y hasta bien entrado febrero, incluso marzo. Solo nos queda esperar a que gorriones, petirrojos y otras bonitas aves urbanas disfruten del manjar. ¡Nos lo agradecerán a gorjeo limpio!
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