Valencia Gastronómica
Los españoles aún se resisten a hacer la compra por Internet, pero, sin embargo, a nuestro estómago se le conquista a través de las redes sociales, que ya son el instrumento de comunicación más poderoso para las empresas de alimentación y bebidas a la hora de captar clientes, por encima de los métodos publicitarios tradicionales.
Cómo se vende una marca en las redes sociales influye en la decisión del consumidor cuando hace su lista de la compra. Así lo reconoce el 30% de los empresarios del sector de la alimentación y las bebidas, según el último informe de la consultora KPMG sobre las tendencias de este año 2016 y los retos del futuro.
Los españoles utilizan internet para informarse sobre productos, precios y ofertas aunque luego prefieran desplazarse al supermercado o a la tienda física a hacer la compra. A pesar de que el comercio electrónico sólo acapara el 2% de las ventas en gran consumo, el medio digital «le va ganando terreno al tradicional», según la consultora.
Pocos clientes se fijan ya en el folleto promocional del supermercado de turno. Tampoco en la valla publicitaria en la que se anuncia el lanzamiento de un producto o una marca. Sólo al 26% de los consumidores le influye el marketing en el punto de venta y a un 18% se le capta por los medios tradicionales.
Hoy la manera de ganar clientes es a través de tuits, mensajes en Facebook y sobre todo fotos en Instagram, la red social donde las imágenes de productos o comida tienen más impacto sobre el que compra.
Una empresa puede saber si un producto gusta en función de los «me gusta» que tenga en las redes sociales. «Las empresas agroalimentarias están enfocadas en conquistar a un nuevo tipo de consumidor, más exigente tanto hacia el producto como hacia las empresas», asegura Carlos Peregrina, responsable del sector Consumo y Distribución de KPMG.
Retos
El 78% de las empresas del sector prevé cerrar este año con un porcentaje de ventas online «insignificante», según datos del último congreso de Aecoc, la asociación que aglutina a los grandes distribuidores y fabricantes de productos de consumo.
Los retos para lograr que también compre más a través de este canal pasan por adaptar la logística a las necesidades del cliente, según el 46% de los empresarios consultados por KPMG. Este, opinan, será el factor clave para asegurar el éxito del comercio online.
La internacionalización, el salto a otros mercados, es otro de los desafíos. Esta es la prioridad de inversión para el 25% de los empresarios, por delante de la rentabilidad de su negocio, que ocupa el primer lugar para un 21%.
Los que dudan en salir al exterior aseguran que no lo hacen por la incertidumbre en sus resultados o porque no encuentran una compañía en el país para poder cooperar.
El informe de la consultora analiza el impacto del Brexit, la salida de Reino Unido de la Unión Europea, en las empresas españolas de alimentación y bebidas que están en el país. Uno de cada cinco euros que España exporta a Reino Unido corresponde a este sector.
Según KPMG, estas compañías podrían ver mermadas sus ventas por la fortaleza del euro frente a la libra y por la posible caída de la confianza del consumidor británico.
A medio plazo, también repercutiría en su facturación los posibles aranceles de entrada o cambios en su modelo de negocio con Reino Unido.
