Vinos online: conoce paso a paso la cata de vinos
El objetivo esencial de la cata es examinar el sabor y la calidad del vino. No obstante, asistir a una cata se ha convertido también en un evento para el encuentro de los amantes del vino, en la que intercambiar experiencias y conocimientos sobre este mundo apasionante. Además, se trata de una excelente forma de conocer nuevas referencias y bodegas para comprar vinos online.
Las bodegas o tiendas de vinos son idóneas para realizar catas, pero también puedes hacerlo en tu propia casa. Se trata de una excelente ocasión para comprar vino tinto o blanco y disfrutarlo en compañía, entrenando tus sentidos para aprender a apreciarlo.
Primer paso: la vista
Una vez descorchada la botella y servido el vino, llega el momento de un primer acercamiento a través del sentido de la vista. Coge la copa por la base, para evitar que el vino se caliente, e inclínala para apreciar su color, su brillo y su densidad. Los vinos jóvenes se caracterizan por un color cereza, mientras los vinos crianza o reserva presentan un tono más granate o anaranjado. Para valorar la densidad, mueve suavemente la copa para que el vino se extienda por las paredes. Cuanto más lento caiga el vino y mayores sean las lágrimas, mayor será su densidad y, por lo tanto, su graduación alcohólica.
Segundo paso: el olfato
Este paso puede resultar complicado si no contamos con una nariz entrenada, pero, como en muchas tareas, la práctica es el mejor camino hacia la perfección. Si te estás iniciando en la cata de vinos, debes comenzar conociendo los tres tipos de aromas básicos:
– Aromas primarios, propios de la uva, como los frutales, que podemos oler si metemos la nariz dentro de la copa.
– Aromas secundarios, que aparecen durante el proceso de fermentación alcohólica y se revelan si, después de mover la copa para mezclar el vino con el oxígeno del aire, metemos la nariz en su interior y olfateamos de nuevo. Estos aromas secundarios son más sencillos de percibir en los vinos jóvenes que en los vinos crianza, para los que se precisa una nariz más entrenada.
– Aromas terciarios o ‘bouquet’, desarrollados durante el envejecimiento en barricas. Son más fáciles de detectar en los vinos crianza, con una gran variedad de matices.
Tercer paso: el gusto
Por fin, llega el momento de saborear el vino. Esta fase se realiza a través de varios sorbos consecutivos, que nos permitirán descubrir los matices dulces, salados, ácidos y amargos presentes en el vino:
– Toma un pequeño sorbo y mantén el vino dentro de la boca, pasándolo de un lado a otro de la lengua para identificar el sabor más destacado del vino. Los vinos blancos jóvenes tienden a ser más dulces, mientras que en los vinos crianza predomina el sabor ácido. Los tintos jóvenes se asocian con un sabor a frutos rojos. Si estos cuatro sabores se encuentran en equilibrio nos encontramos ante un vino redondo.
– Un segundo sorbo te servirá para apreciar la textura, que puede ser suave o rugosa.
– Traga el vino, expulsando aire por la nariz para comprobar el aspecto retronasal, asociado con la intensidad y el tiempo durante el que se mantiene el aroma.
– Para terminar, pasamos a apreciar el final del vino, definido por su persistencia en boca, entre otros factores. El sabor de un vino corto desaparece tras un par de segundos, mientras que un vino largo puede perdurar hasta nueve segundos en nuestras papilas gustativas.
La cata nos ofrecerá información de gran valor a la hora de comprar vino tinto o blanco. Tanto si prefieres las tiendas de vino tradicionales como si optas por los vinos online, no dudes en pedir consejo sobre los vinos más adecuados para iniciarte en este ritual. Después, solo queda practicar.