
Por eso, la Organización de Consumidores y Usuarios ofrece una serie de recomendaciones para conservar los alimentos con seguridad:
10 principios de seguridad
1. Extremar la higiene personal y la de la zona de trabajo siempre antes de manipular alimentos.
2. Evitar la contaminación cruzada: tablas, platos o cubiertos que se hayan usado en alimentos crudos no deben utilizarse otra vez con los cocinados sin haberlos lavado bien con jabón.
3. Después de cocinar, refrigerar la comida en cuanto deje de quemar. Si se va a tardar en consumirlos, es mejor optar por congelarlos antes de tenerlos durante días olvidados en la nevera.
4. Recalentar solo la porción que se vaya a consumir.
5. Las sobras de comida deben guardarse en el frigorífico antes de que se prolongue la sobremesa. Si se ha abierto una lata y quedan restos, deben cambiarse a un recipiente de plástico o cristal.
6. Si se sale al campo o la playa, llevar la comida en recipientes muy limpios y herméticamente cerrados y mantener fresca la nevera o cesta con la comida.
7. Dejar los alimentos tapados y bien protegidos para evitar las visitas de los insectos.
8. En la compra, dejar para el final los alimentos que necesitan refrigeración y meterlos lo antes posible de nuevo en frío. Si se va a tardar en llegar a casa, deben meterse en una bolsa isotérmica: así se conservarán sin que se rompa “la cadena del frío”. Una vez en casa, guardar en primer lugar los alimentos congelados.
9. Revisar los alimentos de la nevera de vez en cuando y poner lo que tenga próxima la fecha de caducidad o de consumo preferente más a mano. Lo demás puede estar al fondo.
10. Dentro del frigorífico, poner carnes, pescados y platos preparados en la zona más fría, y verduras y frutas en la más templada.
Temperaturas para conservar la comida
• En el congelador, por debajo de -18 ºC.
• En la nevera, las carnes y pescados deben mantenerse entre 1 y 4 ºC y el resto, entre 5 y 8 ºC.
En general, la zona más fría de la nevera es la que está en contacto con el congelador: el estante de arriba en los frigoríficos tradicionales y, en los modelos combi, la parte donde están los cajones para las verduras o justo encima de ellos.