¿El test del microondas distingue el queso real del falso? Esto es lo que dice la ciencia
Redacción | 15 de diciembre de 2025 | Gastronomía
El experimento del microondas para saber si un queso es real o una imitación se ha vuelto viral en redes sociales. La prueba parece sencilla: calentar un trozo de queso y observar cómo reacciona. Sin embargo, la realidad es más compleja de lo que muchos vídeos sugieren.
¿En qué se basa el famoso test?
El test parte de una idea correcta: los quesos auténticos contienen proteínas lácteas (caseínas) y grasa de la leche, que al calentarse se funden y se vuelven elásticas. Las imitaciones, en cambio, suelen incorporar aceites vegetales, almidones y estabilizantes que reaccionan de forma distinta al calor.
Cuándo el test suele acertar
En términos generales, el experimento puede ofrecer pistas cuando se comparan productos muy distintos:
- Un queso natural suele fundirse de forma más homogénea.
- Puede soltar grasa y formar hilos al estirarse.
- No adquiere una textura plástica ni excesivamente gomosa.
Por el contrario, algunos productos ultraprocesados etiquetados como “preparado alimentario” o “especialidad para fundir” tienden a deformarse sin fundirse correctamente.
El gran problema: no todo lo que no se derrite es queso falso
Aquí está el error más común. No todos los quesos reales se comportan igual en el microondas. Quesos curados, muy secos o con bajo contenido graso —como un manchego viejo, un parmesano o algunos quesos artesanos— pueden endurecerse o sudar grasa sin fundirse.
Eso no los convierte en “fake”, sino en quesos con una estructura proteica distinta.
¿Por qué algunos “quesos” sí se funden perfectamente?
Paradójicamente, muchos quesos industriales funden de forma espectacular precisamente porque están diseñados para ello. Emulsionantes y sales fundentes consiguen una textura uniforme que engaña al consumidor, aunque el producto esté lejos de ser un queso tradicional.
La única prueba fiable: el etiquetado
Los expertos coinciden en que el microondas no es un detector infalible. La forma más segura de saber qué estás comprando es leer la etiqueta:
- Debe indicar claramente “queso”.
- Los ingredientes deben ser leche, cuajo, fermentos y sal.
- Si aparecen aceites vegetales o almidones, no es queso auténtico.
Conclusión: ¿real o fake?
El test del microondas puede dar pistas, pero no es definitivo. Funciona como curiosidad, no como prueba científica. Para elegir bien, la clave sigue siendo la misma de siempre: mirar el origen, el tipo de queso y leer con atención la etiqueta.
Porque no todo lo que se derrite es queso… y no todo lo que no se derrite es falso.
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