🔪 Truco de cocina
¿Alguna vez has cocinado pasta y terminado con una olla llena de agua de cocción que simplemente descartas? Este líquido no es solo agua, sino una valiosa herramienta culinaria. La próxima vez que cocines pasta, guarda una taza del agua de cocción antes de escurrirla. Este líquido concentrado en almidón puede transformar tus salsas haciéndolas más cremosas y adherentes sin necesidad de añadir grasas adicionales.
Este almidón actúa como un agente emulsionante. Por ejemplo, si estás preparando una salsa de tomate o al pesto, añadir un chorrito del agua de cocción mientras mezclas la pasta con la salsa ayudará a que el líquido se adhiera mejor a la pasta, otorgándole una consistencia suave y mucho más sabrosa. Además, el agua ya tiene un poco de sal, lo que potencia el sabor.
En el uso práctico, una vez hayas terminado de cocinar tu pasta preferida, reserva una taza del agua justo antes de escurrirla. Luego, al combinar la pasta con la salsa en la sartén, añade un poco de esta agua poco a poco, removiendo hasta lograr la textura deseada. Este truco no solo mejora las salsas, sino que también ayuda a reducir el desperdicio en la cocina.
Un consejo extra: si haces más pasta de la que vas a consumir, guarda un poco del agua de cocción y úsala al recalentar la pasta para revivir su textura original sin secarla. Este truco sencillo puede elevar fácilmente la calidad de tus platos de pasta a nivel de restaurante.
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