«Con queso y pan, puesta la mesa está.», dice el refrán. El queso es uno de los alimentos más antiguos de la humanidad. Tras el descubrimiento, hace miles de años, de que los mamíferos se podían ordeñar, apareció por primera vez este producto lácteo. Su preparación consistía en prensarlo y dejarlo reposar un par de días. Todavía hoy, éste es el principio fundamental de la elaboración del queso., esto lo sabe muy bien Qué quesos una web de quesos, donde encontrarás experiencias únicas, consejos útiles y recetas deliciosas.
Durante milenios, la fabricación del queso se ha ido extendiendo por todos los rincones del mundo donde existen animales productores de leche. De esta manera, el queso se ha convertido, después del vino, en el producto natural con más variedades, puedes consultar todas ellas en La quesoteca, donde aprenderás que un buen queso produce una explosión de sensaciones en el paladar.
Aunque en la actualidad existe una amplia industria quesera, todavía quedan queserías tradicionales. El queso de leche cruda es el non plus ultra de los quesos: quesos no pasteurizados, quesos fermentados que permanecen vivos y que operan un desarrollo natural y maduración que fascina a todo gourmet.
La elaboración del queso exige gran conocimiento, disciplina absoluta e higiene. Su maduración (en francés, affinage) requiere una comprensión casi científica de la química quesera, así como unas instalaciones adecuadas. Se exigen además otras condiciones, como tener bien desarrollados el olfato y el gusto para conseguir que cada
queso sea único y sabroso.
Ningún otro alimento ofrece un placer tan variado y diferenciado: desde perfumes suaves y florales hasta intensos y complejos aromas de quesos curados, pasando por fragancias frutales y de frutos secos.

El queso no es sólo deleite, es una escuela de la vida.
Está fabricado de tal manera que tiene capacidad para aguantar en el tiempo aunque no hayas empezado a consumirlo. Solo tienes que conocer cuál es la mejor temperatura, lugar y estado de conservación para seguir disfrutando de su sabor.
Maridaje con queso
Conocer recetas con queso es algo que deberíamos conocer pero también la técnica para maridaje, que es la encargada de combinar de forma natural un producto con una bebida para lograr engrandecer su sabor, pero un buen queso tiene multitud de combinaciones cada cual mejor. ¿Quién no ha maridado queso y jamón? ¿Queso y café? ¿Queso y chocolate?.
La tradición no puede estar reñida con la innovación el queso, como otros muchos productos de nuestro país se han modernizado y se han adaptado a las necesidades del momento.
Varias son las ramas de queso que se pueden encontrar ya en Qué quesos , un método sencillo y práctico de tener a golpe de «click» su queso en casa, con total garantía. Su tienda online ofrece todo un abanico de sensaciones y sabores para nuestro paladar.
Para disfrutar del maridaje de vinos y queso en plenitud debemos tener en cuenta los siguientes 3 aspectos:
- El sabor del queso debe de ser menor o igualar al del vino, es decir, un queso suave como un camembert lo podremos acompañar de un vino ligero y sin mucho cuerpo, mientras que si lo que vamos a comer es un queso fuerte, como un cabrales, deberemos acompañarlo de un vino con mucho cuerpo y sabor.
- Debemos observar el tipo de leche (vaca, oveja, cabra, mezcla…)
- El tipo de elaboración y si ha tenido maduración (fresco, semicurado, curado, viejo…).
Estos tres factores nos darán la información suficiente acerca de las características y la intensidad del sabor para poder elegir el vino ideal para acompañarlo.
Si por el contrario queremos maridar con cerveza debemos combinar , realzar los sabores y aumentar el placer de consumirlos. Aunque no existe una fórmula exacta y el maridaje entre la cerveza y los diferentes quesos viene marcada por los gustos personales de cada individuo, sí podemos establecer unas pautas básicas a partir de las que empezar a construir el maridaje. Para ello, se emplean dos principios básicos: el equilibrio y el diálogo.
Quesos frescos Este tipo de queso combina a la perfección con cervezas rojas, con un toque de sabor caramelizado. Escoge una de sabor suave para no restar protagonismo al sabor del queso fresco.
Quesos curados vaca y oveja Estos grandes quesos maridan muy bien con cervezas de sabor más intenso, como las cervezas rubias, las más consumidas actualmente en nuestro país. Esta cerveza, con sabor a cereales, te ayudará a apreciar mejor los sabores de quesos.
Quesos azules El intenso aroma y sabor de los quesos azules permite una combinación con cervezas más intensas, como la cerveza negra.
Quesos de cabra Los quesos de cabra verán potenciado su sabor combinados con cerveza blanca o de trigo, habitualmente con mucho cuerpo y un sabor único a cereal.
Quesos de pasta blanda Los quesos de pasta blanda son ideales para degustarlos con cerveza ambarina o dorada, en la que predomina el sabor intenso del lúpulo.
Quesos aromáticos Si te gusta la cerveza artesana estás de enhorabuena, tienes todo un mundo por descubrir.
Como hemos dicho antes, estas son solo algunas recomendaciones que seguro te gustarán, pero ya sabes que las combinaciones para sorprender al paladar son infinitas. El límite está en tu imaginación.
Tipos de queso
Quesos frescos, de suero de leche y cuajada estirada. Quesos de requesón estirado. Queso blando. Queso semi-curado. Queso de pasta semidura. Queso semiduro o duro. Fuente de leche. Molde. Maduración suave Corteza lavada. Maduración por frotis 1.8. Queso azul.
El queso es un alimento muy rico en proteínas de alta calidad biológica y minerales indispensables para el cuerpo como el fósforo o el calcio, por lo que puede –y de hecho debe- formar parte de cualquier dieta saludable. Gouda, roquefort, emmental, cheddar, mozarella, parmesano, azul, mascarpone… estos son algunos de los quesos más populares y consumidos en todo el mundo. ¿Conoces todos los secretos de cada variedad y cuál es la mejor forma de tomar cada uno? ¡Conviértete en todo un experto en quesos con Qué quesos!