🔪 Truco de cocina
Imagina que tienes un grupo de cebollas en tu cocina, y te preocupa que se estropeen antes de que las puedas utilizar. Aquí te traigo un truco para conservarlas frescas durante semanas. Corta cada cebolla en rodajas gruesas y colócalas en bandejas para hornear en una sola capa. Congélalas durante 30 minutos. Una vez congeladas, transfiérelas a bolsas de congelación herméticas, asegurándote de liberar la mayor cantidad de aire posible antes de sellarlas. Al congelarlas en rodajas separadas, evitarás que se peguen entre sí, facilitando así tomar solo las rodajas necesarias.
Este método no solo te ahorra tiempo en el futuro —al tenerlas listas para usar—, sino que también aprovecha y extiende la vida de tus cebollas significativamente. La próxima vez que prepares un salteado, un guiso o una sopa, podrás sacar convenientemente las rodajas que necesites. Para una mejor textura, añádelas directamente desde el congelador a la olla caliente, así evitarás que se pongan demasiado blandas.
Complementa este truco con el uso de hierbas congeladas en aceite de oliva, guardadas en bandejas de cubitos de hielo. Esto no solo es otro salvavidas en la cocina, sino que además mejora el sabor de tus platos. Así tendrás a la mano queso parmesano, ajo, e incluso salvia, lista para realzar el sabor justo cuando lo necesites.
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