Transforma tus platillos con la corteza del queso
La corteza del queso, a menudo desechada, puede ser un ingrediente secreto que transforme completamente tus platillos. Aquí te ofrecemos algunas ideas para aprovecharla al máximo:
1. En Guisos y Sopas:
La corteza del queso puede añadir una profundidad de sabor a tus guisos, potajes, estofados y sopas. Durante la cocción, la corteza se reblandece y libera un sabor profundo, casi un umami lácteo. Imagina el toque extra que puede dar a una minestrone o un risotto. Además, es perfecta para enriquecer los asados de carnes o verduras; simplemente añade la corteza directamente a la fuente antes de hornear.
2. Caldo de Corteza de Queso:
Si eres de los que guarda las cortezas en el congelador, esta es una excelente manera de usarlas:
- Ingredientes:
- 250 g de corteza de queso
- 3-4 litros de agua
- Hierbas frescas al gusto (romero, tomillo, laurel)
- Granos de pimienta negra
- Preparación:
- En una olla grande, coloca la corteza de queso, el agua, las hierbas y la pimienta.
- Lleva a ebullición y luego reduce el fuego a bajo.
- Cocina a fuego lento durante 60-90 minutos, removiendo ocasionalmente.
- Una vez cocido, cuela el caldo para eliminar las cortezas y las hierbas.
Este caldo dorado de aroma intenso es perfecto para preparar salsas de pasta, sopas, guisos, platos de pollo, verduras y risottos. Si el sabor resulta muy intenso, puedes diluirlo con agua o con otro caldo, como el de verduras o pollo. Y, por supuesto, si haces en cantidad, puedes congelarlo en porciones para usarlo en futuras preparaciones.
Consejo:
La corteza del queso es un ingrediente versátil que puede elevar tus platillos a otro nivel. No la deseches, ¡experimenta con ella en la cocina!
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