Las almohadillas en las bandejas de carne del supermercado, a menudo presentes en productos cárnicos como pollo, ternera, cerdo, cordero o carne picada, así como en pescados ya envasados, cumplen con dos funciones principales que garantizan un mejor estado del producto para el consumidor.
- Absorber líquidos de la carne: Estas almohadillas, con una apariencia similar a toallitas absorbentes, están diseñadas para absorber la mayor cantidad de líquido que naturalmente emana de la carne. Es importante señalar que la presencia de líquidos en la carne no implica una menor calidad del producto ni prácticas fraudulentas por parte de los productores, sino que es una característica inherente a los tejidos musculares. En el caso de productos procesados, como carne picada, albóndigas o hamburguesas, la presencia de líquidos es aún más común debido a la manipulación a la que se someten estos tejidos. Al absorber los líquidos que provienen de la carne, las almohadillas ayudan a evitar una mayor proliferación bacteriana, lo que podría poner en riesgo la calidad y seguridad del producto.
- Proteger la carne y mantener una presentación adecuada: Las almohadillas están fabricadas con celulosa, un material biodegradable y altamente absorbente, y están cubiertas con un plástico alimentario que no presenta riesgos para la carne. Esta combinación de materiales permite mantener la carne en un estado más higiénico y limpio, al mismo tiempo que evita que el líquido se acumule en la bandeja y pueda causar inconvenientes al manipularla o manchar la cocina del consumidor. Aunque estos materiales son aptos para estar en contacto con alimentos, no son comestibles y, si por alguna razón accidentalmente se cocinan junto con la carne, se recomienda no consumir el producto.
Además de estas funciones principales, las almohadillas también pueden ayudar a mantener una apariencia más fresca y atractiva del producto, al evitar que el líquido acumulado en la bandeja cause una apariencia desagradable o poco apetecible. Al mantener el producto en un estado más seco y limpio, las almohadillas contribuyen a una mejor experiencia de compra y consumo por parte de los clientes.
En resumen, las almohadillas en las bandejas de carne del supermercado tienen como objetivo principal absorber los líquidos que emanan de la carne y protegerla, asegurando una mejor calidad, higiene y presentación del producto. Estas almohadillas están fabricadas con celulosa y plástico alimentario, que son materiales seguros para estar en contacto con la carne, pero no comestibles. Es importante recordar que, en caso de cocinar accidentalmente la almohadilla junto con la carne, se debe evitar el consumo del producto.
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