En concreto, desde finales de mayo y durante más de tres semanas se están instalando, en colaboración con la Federación de Cooperativas Agroalimentarias de la Comunitat Valenciana, un total de 480.000 difusores con los que combatir, mediante un método biológico de confusión sexual, esta plaga en el entorno de las explotaciones dedicadas a la producción de arroz.
Este tratamiento se aplica en una extensión superior a las 15.500 hectáreas en las proximidades del Parque Natural de la Albufera y en los marjales de Pego-Oliva y de La Llosa y Xilxes, con el objetivo de evitar que el Chilo suppressalis Walker, también conocido con el nombre de barrenador o «cucat» del arroz en la Comunitat Valenciana, ataque la caña del arroz, y llegue a producir la muerte de la planta afectada y en consecuencia una merma importante de la producción.
Se trata de un método que ofrece ventajas, debido a que actúa específicamente sobre esta plaga y no afecta en ningún momento ni al resto de insectos beneficiosos ni a animales superiores, además de no dejar ningún tipo de residuo.
Esta técnica de lucha contra el «cucat» permite a través de la colocación de unas varillas de madera con difusores de feromona sintética de la hembra del insecto, saturar la atmósfera que rodea el cultivo.
Para su adecuado funcionamiento, las varillas se colocan cubriendo toda la superficie de arroz, y con un marco de colocación de 18×18 metros (31 difusores por hectárea). De este modo, los machos de esta especie no pueden detectar las pequeñas cantidades de feromonas naturales emitidas por las hembras existentes, con lo que se dificulta el apareamiento y se produce la confusión sexual.
En definitiva, el objetivo de estos tratamientos es conseguir rebajar el nivel de la población de este insecto, de manera que afecte, en la menor medida posible, a este cultivo de gran importancia en la Comunitat Valenciana.
La conselleria viene desarrollando desde hace varios años diferentes técnicas biológicas en el control del «cucat».
Esta metodología cuenta con la aceptación por parte de los agricultores y además resulta de alto interés ecológico para el espacio en el que se encuentran ubicados los arrozales.
Para comprobar el adecuado funcionamiento de esta técnica, la Conselleria dispone de una red de 58 puntos de control distribuidos por todo el arrozal, con trampas tipo polillero de captura de Chilo supressalis; de manera, que si la confusión está funcionando de forma adecuada, los polilleros no deben registrar capturas. Al final de la campaña también se realizan prospecciones de daños en los campos de arroz donde se corrobora la mínima incidencia de la plaga.
Novedades
Este año también se van a colocar en todo el arrozal unos difusores biodegradables de base celulósica que minimizan el residuo final en el suelo. Estos difusores se han ensayado durante varios años y han demostrado una eficacia idéntica a los anteriores difusores de PVC, con la ventaja de ser biodegradables.
También se van a continuar los ensayos de unos nuevos difusores más grandes que permiten difundir la misma cantidad de feromona, con una menor densidad de colocación (10 y 6 difusores por hectárea).
La lucha contra esta plaga venía realizándose con tratamientos insecticidas colectivos por medios aéreos.
Con este tratamiento por confusión sexual se cumple con lo dispuesto por la Directiva 128/2009, de uso sostenible de plaguicidas, que restringe al máximo los tratamientos aéreos, fomentándose la utilización métodos de gestión de plagas con bajo consumo de plaguicidas.
De hecho comparando está técnica de confusión sexual, con los tratamientos insecticidas convencionales que se requerirían para un adecuado control de esta plaga se reduce la aplicación de productos fitosanitarios en un 99,6%, al pasar de 1,8 litros por hectárea a únicamente algo menos de 8 gramos por hectárea. Por otro lado al ser una técnica especifica que solo controla la plaga del barrenador, no tiene efectos perjudiciales ni sobre los insectos beneficiosos ni sobre la fauna del entorno.
La Conselleria inició los ensayos por confusión sexual en el arroz en el año 1988, desde entonces ha ido aumentando gradualmente la superficie cubierta por confusión sexual y disminuyendo los tratamientos insecticidas.
Desde el año 2007, toda la superficie de arrozal de la Comunidad Valenciana se cubre por este método. Año a año, y tras los estudios realizados por el CEQA (Centro de Ecología Química Agrícola) de la Universitat Politècnica de València hemos podido ir reduciendo la densidad de colocación de feromonas, lo que ha reducido el coste de esta técnica casi a la mitad sin que su eficacia se vea reducida.
Como otros años, la colocación de la confusión sexual, permitirá realizar una prospección intensa de todos los campos de arroz y comprobar la ausencia de la plaga del Caracol manzana (Pomacea sp.) en nuestros arrozales.