🔪 Truco de cocina
Si alguna vez te ha pasado que el ajo picado se te pega a los dedos o al cuchillo, haciéndolo difícil de manejar, este truco te cambiará la vida culinaria. La solución es realmente sencilla: antes de empezar a picar el ajo, unta ligeramente la cuchilla del cuchillo y tus dedos con un poco de sal fina o, si prefieres algo menos convencional, con aceite de oliva. Este simple paso crea una capa delgada que actúa como barrera, reduciendo la fricción y evitando que el ajo se adhiera a las superficies.
Prácticamente, este truco es muy útil si vas a cocinar recetas que requieran ajo picado, como salsas, salteados o aderezos. Al aplicar la sal o el aceite, no solo facilitas el proceso de picado, sino que también agilizas la limpieza después de cocinar, ya que reduces los residuos pegajosos en los utensilios.
Un consejo adicional: este método también es efectivo para picar otras verduras que tienden a pegarse, como el jengibre o las cebollas. Y si optas por el aceite de oliva, podrías detectar un suave matiz de sabor que puede complementar maravillosamente ciertos platos, elevando sutilmente su complejidad. Recuerda, la clave está en la moderación: un poco de sal o aceite es suficiente.
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