La cerveza consumida con moderación mejora la salud de la mujer y no engorda.
La cerveza es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo. Si no se abusa de ella y, sobre todo, si se toma sin alcohol, tiene muchos beneficios para la salud. Además, tampoco es cierto que la cerveza engorde, repetimos, si se toma con moderación. Por tanto, con un consumo responsable podemos disfrutar de los beneficios de esta una caña de cerveza.
Ayuda en el embarazo
En mujeres intentando quedar embarazadas así como en las ya gestantes, el ácido fólico es una vitamina esencial para el sistema nervioso y la regeneración de las células, que ayuda también a regular los niveles de homocisteína, factor de riesgo en enfermedades cardiovasculares. Asimismo, el ácido fólico disminuye el riesgo de malformaciones en la médula espinal y previene gran parte de los defectos del tubo neural en el nacimiento.
Mejora la lactancia
Posteriormente, en el periodo de lactancia, la cerveza sin alcohol aporta antioxidantes naturales que participan en la protección contra enfermedades cardiovasculares y en la reducción de los fenómenos oxidativos responsables del envejecimiento del organismo.
Así, según el estudio “Efecto de la cerveza sin alcohol sobre la leche materna”, realizado por un equipo multidisciplinar de la Universidad de Valencia y el Hospital Universitario Dr. Peset de Valencia (España), la suplementación con cerveza sin alcohol reduce el estrés oxidativo al que está sometida la madre tras el parto, aumenta la actividad antioxidante en la leche materna y, por lo tanto, reduce el estrés oxidativo del niño tras el nacimiento.
Combate la osteoporosis
La cerveza tiene un alto contenido en silicio biodisponible y este desempeña un papel fundamental en la salud del sistema óseo ya que promueve la formación de minerales y colágeno. Dos cañas de cerveza (una caña es un vaso de unos 20 a 25 ml) aportan entre el 60 y el 70 por ciento de este mineral. Además, el silicio que contiene la bebida se absorbe fácilmente por el organismo.
Ayuda a prevenir las enfermedades hepáticas
Como te hemos contado anteriormente, la cerveza es un alimento rico en flavonoides, unos antioxidantes que también son capaces de reducir las enfermedades hepáticas.
Previene el estreñimiento
El consumo de cerveza aporta una importante cantidad de fibra soluble, indispensable en la dieta diaria que además combate el estreñimiento y ayuda a adelgazar. Por ello, puede convertirse e un importante fuente de fibra siempre y cuando se tome con moderación.
No engorda
La cerveza tradicional tiene un bajo contenido calórico (45 kcal/100 ml) y no engorda. Un estudio realizado por el Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto del Frío-ICTAN del CSIC, el consumo moderado de cerveza no provoca un aumento del peso corporal ni modificaciones en la composición corporal, siempre que se consuma de forma moderada y dentro de una dieta equilibrada.
Protege el corazón
Fundamentalmente se debe a su alto contenido en vitamina B, complejo de ácido fólico y polifenoles, antioxidantes naturales que también se encuentran en las frutas y verduras. Al igual que ocurre con el consumo moderado de vino, también rico en antioxidantes, estas sustancias ayudan a retardar los efectos de los radicales libres, principales responsables del envejecimiento celular y que están implicados en las enfermedades cardiovasculares.
Contra las enfermedades neurodegenerativas
Se ha demostrado que el consumo moderado de cerveza podría disminuir uno de los factores de riesgo de la enfermedad de Alzheimer, causa más común de demencia en personas mayores de 65 años y de la que las mujeres se ven afectadas con más frecuencia que los hombres, ya que el silicio que contiene interacciona con el aluminio, mineral neurotóxico que se relaciona con la demencia y otros desórdenes neurodegenerativos.
Puede retrasar la menopausia
Durante la etapa de la menopausia cobran especial relevancia los antioxidantes. La cerveza es una fuente de polifenoles, además aporta vitaminas, fibra o fitoestrógenos naturales, estos últimos beneficiosos en la prevención de patologías derivadas del descenso de estrógenos propio de la menopausia. De hecho, estudios científicos concluyen que el consumo de fitoestrógenos naturales en la dieta puede llegar a retrasar la menopausia alrededor de dos años.
Apta para todos
Puede formar para de un estilo de vida saludable siempre que su consumo sea de forma moderada y por adultos sanos. Las mujeres pueden beber 1 o 2 cervezas al día, mientras que los hombres 2 o 3. Asimismo, individuos con hipertensión, problemas cardiovasculares, exceso de peso, embarazadas o cuando se va a conducir pueden optar por las 0,0%, que contienen un 95% de agua, muy poco sodio y sólo 17 kcal/100ml.
REF:
Valls Bellés V. y Codoñer Franch, Pilar; Departamento de Pediatría, Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia y Hospital Universitario Dr. Peset de Valencia: “Efecto de la cerveza sin alcohol sobre la leche materna” (2011)
Valls Bellés V., Codoñer Franch, P., González San-José M.L., Muñiz Rodríguez P.: “Biodisponibilidad de los flavonoides de la cerveza. Efecto antioxidante ‘in vivo’”. Febrero (2005)
Esperanza Díaz, Ligia; González-Gross, Marcela; Romeo, Javier; Vallejo, Ana Isabel; Marcos, Ascensión; Grupo de Inmunonutrición, Departamento de Metabolismo y Nutrición, Instituto del Frío (CSIC) y Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad del País Vasco: “Consumo moderado de cerveza. Estudio nutricional e inmunológico en humanos y animales de experimentación”. (2002)Pedrera Zamorano J.D.; Lavado García J.M.; Rico Lenza: “Ingesta moderada de cerveza y masa ósea en mujeres pre, peri y postmenopaúsicas”. Universidad de Extremadura y Universidad de Alcalá de Henares (2004)
González Muñoz M.J., Meseguer Soler I., Peña Fernández A.: “Posible efecto protector del silicio contenido en la cerveza en las enfermedades neurodegenerativas” (2006)