Ciutat Vella es el centro histórico, cultural y político de la capital del Turia. En este distrito, el número 1 de la ciudad, se alojan los barrios más conocidos y más frecuentados por los turistas, como El Carmen o El Mercat. Muchas de sus calles, que aún conservan su trazado original, acogen a algunos de los mejores restaurantes de toda la Comunidad Valenciana, así que hagamos un repaso por ellos.
El Mercado Central
Aunque no es un restaurante como tal, este edificio modernista bien merece una visita. Con un total de casi 400 puestos, cada día moviliza a más de 1.500 personas. Y si bien no es un restaurante sí es el lugar de abastecimiento de los mejores locales de hostelería de la zona.
Si tu lugar de alojamiento valencia centro está cerca de este increíble espacio, no dudes en visitarlo. Allí, además de adquirir todo tipo de manjares gastronómicos, también puedes disfrutar de una curiosa propuesta, la que ofrece Ricard Camarena con su Central Bar.
Este local ofrece el tradicional esmorzaret valenciano en pleno mercado, con tapas y bocadillos como el Ricard Camarena (lomo, cebolla, mostaza y queso) o el Canalla (morcilla picante, revuelto y pimiento encurtido).
Frente al mercado se localiza Muez gastro-lliberia, otro local interesante que entremezcla el mundo de la gastronomía y los libros. Allí podrás disfrutar de un buen desayuno con tostadas de pan gallego o de centeno, fruta natural y yogures de soja. En Muez, la mayoría de productos son de proximidad, ecológicos y de temporada.
Delicat y Dukala
El Mercado Central está a prácticamente la misma distancia de Delicat y Dukala, pero en direcciones contrarias. Delicat se localiza muy cerca de la Plaza de la Virgen. Este restaurante destaca por su novedosa cocina creativa y su buena relación calidad – precio. El local es pequeño, luego conviene reservar. Hay pocos lugares más apropiados en Valencia para adentrarse en la fusión de sabores mediterráneos y asiáticos.
Dukala, cerca de la calle Guillem de Castro, es el restaurante propiedad de Juan, el hermano de Carmen, quien gestiona Delicat. En Dukala podrás probar platos tradicionales marroquíes y disfrutar también de la decoración magrebí. Una de las recomendaciones imprescindibles en este local es el zaaluk, el pisto de berenjenas especiado con cilantro. Y por supuesto, también sus tajin y couscpus.
Quique Dacosta y Llisa Negra
Si ya hemos mencionado a Ricard Camarena, uno de los mejores chefs de Valencia, no podíamos dejar tampoco atrás a Quique Dacosta. El cocinero posee tres estrellas Michelin gracias al restaurante que lleva su nombre y a El Poblet.
Su local principal se encuentra en Denia, Alicante, pero en Valencia cuenta con tres propuestas muy diferenciadas. Vuelve Carolina está emplazado entre la plaza del Ayuntamiento y la calle Colón; Mercatbar se aleja un poco del centro para situarse en el Ensanche, en la calle Joaquín Costa. Y el que más nos interesa es Llisa Negra.
Se trata de uno de los restaurantes más conocidos de la ciudad. Su carta de arroces es increíbles, con paellas y arroces marineros para todos los gustos. Sin embargo, uno de los platos más interesantes es el salpicón emulsionado con centolla desmigada y crema agria.
Lienzo y Gallina Negra.
A unos diez minutos de Llisa Negra, cerca de los Jardínes del Turia, encontraras Lienzo. Este restaurante está dirigido por María José Martínez y su pareja Juan José Soria. Está galardonado con un sol Repsol y aparece en la lista de los 100 mejores restaurantes elaborada por la web El Tenedor. Lienzo es un fijo entre los valencianos. La apuesta por la cocina divertida, desenfadada, muy fresca y con productos de temporada te hará querer repetir cuando lo visites.
La última propuesta es Gallina Negra. Comparte color en el nombre con el restaurante de Quique Dacosta, pero nada tiene que ver con su propuesta. En este local sus responsables apuestan por una cocina libre. Actualmente ofrece dos menús de degustación a precios más que interesantes, junto con un menú clásico.
Cobardes y Gallinas tiene un coste de 42 euros e incluye cuatro platos salados y uno dulce. Huevos de Oro, a 50 euros, eleva a seis platos salados y dos dulces la propuesta. La tercera opción es el menú para compartir clásicos, con un principal a elegir entre varias opciones y una tarta de queso como postre. El precio total es de 40 euros.