Tapas. Aunque podríamos definirlo como un aperitivo que se sirve en la mayoría de los bares o restaurantes acompañando a la bebida, debemos decir que se ha convertido en algo más que lo dicho. Un formato internacionalmente reconocido, en homenaje a esta tradición culinaria típicamente española: la tapa ya es producto referente a nivel internacional- por lo tanto, parte de nuestro patrimonio. Una forma de comer en pequeñas porciones, mezclando sabores muy diferentes y que es, a la vez, un rito social y una forma de compartir.
«Las tapas son un modelo de comida», señaló Ansón, presidente de la Real Academia de Gastronomía en un desayuno informativo , por tanto, se trata de un patrimonio inmaterial que quieren incluir en esta clasificación que decide la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Fue Ferran Adrià, quien afirmó que “cocinar es diseñar platos”, comenzó una pequeña revolución al incorporar diseñadores industriales en su cocina para presentar sus creaciones de forma exclusiva, definiendo a la vez contenido y contenedor. Esta singular interrelación creativa entre cocina y diseño se ha convertido en uno de los rasgos emergentes de nuestro país con mayor proyección internacional.