Cocina tradicional española: ¿una especie en peligro de extinción?Al menos eso afirmó recientemente Ana Belén González Pinos, representante de la Asociación Internacional para la protección del Patrimonio Gastronómico. En una ponencia durante el marco de la feria gastronómica Cádiz Bienmesabe, Gónzalez ha advertido sobre el peligro que corren muchas recetas de antaño, simplemente por el hecho de que cada vez menos personas las cocinan o las transmiten a la siguiente generación. ¿Las razones de este fenómeno? La tendencia de los «foodies» en redes sociales, que promueven recetas fusión, contemporáneas y de moda en detrimento de la cocina de nuestras abuelas.
Por otro lado está también su acceesibilidad, y es que mucha de la población urbana termina recurriendo a la comida a domicilio o a restaurantes de comida rápida en las inmediaciones de su trabajo o escuela.
Por último, influye también la falta de políticas públicas para preservar el patrimonio gastronómico de nuestro país, aunque muchos chefs y actores del sector alimentario están uniendo fuerzas para conservar nuestros sabores y tradiciones.
A continuación te presentamos la lista de alimentos que en pocos años podrían converstirse en cosa del pasado.
Duelos y quebrantos
Esta receta de nombre por demás curioso es originario de la región de La Mancha. Su historia se extiende durante cientos de año, ya que este sencillo pero sabroso platillo se consumía desde la Edad Media (si no es que antes). Consiste en huevos revueltos con beicon y chorizo. ¿Y sabes qué más? Es una de las pocas comidas que figuran en la obra maestra de Cervantes, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Limón serrano
Una especialidad de Salamanca, ideal para el picoteo en épocas de calor. Sobre una cama de rodajas finas de naranja se colocan lonchas de jamón serrano, huevo duro cortado en trocitos y algunas lonchas de chorizo para coronar. Un constraste de sabores que en definitiva vale la pena probar.
Tagarninas
Muchos sabemos ahora de la kombucha, la dieta keto o el konjac pero, ¿cuántos de nosotros conocemos (o cocinamos) las tagarninas? Este tipo de cardo puede prepararse como los espárragos: con huevos rotos, gratinados, en salsa de tomate, etc.
Huevos tontos
En definitiva el nombre más curioso de la lista. Los huevos tontos son una especialidad de Aragón, una especie de croquetas de huevo rebozadas que suelen servirse como acompañamiento en sopas y estofados. En Extremadura se les llaman Repápalos, con ajo y perejil como ingredientes adicionales.
Migas de cebolla
Podría parecerte insólito que un platillo tan económico y sabroso como las migas se encuentre en esta lista. Sin embargo, con el 70% de personas que declara pasar una fracción de tiempo del que pasaban sus madres en la cocina, estas recetas hogareñas están perdiendo cada vez más fuerza. Y es que, si nos ponemos a meditarlo, ¿cuántas recetas de nuestras ancenstras seguimos cocinando?
Cocido
Víctima del mismo fenómeno es el cocido. Aunque el cocido madrileño se sigue ofertando en muchos restaurantes de la capital (casi como una curiosidad turística, habría que añadir), otras variantes de nuestro territorio no han corrido con la misma suerte. El tiempo que tradicionalmente toma prepararlo podría ser una de las causas.
Mostillo manchego
Otra receta proveniente de La Mancha. El mostillo es un postre que se prepara con una mezcla de mosto o azúcar tostado y harina. Esto se pone a hervir durante unos minutos con una piel de limón para darle el toque final.
Suspiros de María o suspiros de monja
Otras recetas víctimas de su época son los postres de convento. Aunque en algunas regiones las órdenes de religiosas siguen compartiendo estas recetas tradicionales, lo cierto es que se vuelven cada vez más escasas. Actualmente varias de estas recetas se preparan sobre pedido o para ocasiones especiales.
Mariscos
Parecerá un poco extraño, pero existen varios factores que podrían llevarnos a repensar nuestro consumo de mariscos en los próximos años. Según un estudio realizado en 2018 por el Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA), España es uno de los países con mayor índice de contaminantes que afectan a la salud en pescados y mariscos. Si bien no hemos llegado a una emergencia sanitaria, si esta tendencia continúa pronto veremos restricciones en los mercados.Viene también el peligro del cambio climático, que podría traer un gran desequilibrio en el ecosistema marino, afectando por consiguiente la disponibilidad de varias especies para su consumo, o la predominancia de elementos invasores, como sucede ya con los cangrejos de Kamchatka.Por último, existe en riesgo de contaminación por anisakis, un parásito que puede alojarse en muchas variedades de pescados y mariscos. Al ser ingerido por el humano es difícil notarlo, ya que nuestro organismo lo expulsa por sí mismo. Lo malo viene después, ya que deja como secuela una alergia a los alimentos del mar. Lo mejor que puedes hacer para evitarlo, es congelar pescados y mariscos antes de consumirlos, o asegurarte de que en tu pescadería de confianza pasen por el proceso de congelamiento antes de poner sus productos a la venta.