🔪 Truco de cocina
¿Alguna vez te has encontrado con pasteles o bizcochos un poco secos al día siguiente de hornearlos? Un truco para mantener tus creaciones de repostería frescas y húmedas es utilizar una rodaja de manzana fresca. Después de terminar de hornear tu pastel o bizcocho y dejarlo enfriar, coloca una rodaja de manzana en la misma caja o recipiente antes de cerrarlo herméticamente. La manzana actuará como un humidificador natural, transfiriendo su humedad al postre sin alterar su sabor. Este método es especialmente útil para aquellos pasteles cuyo destino es ser consumidos al día siguiente en una celebración o como merienda.
Para obtener el mejor resultado, no olvides cambiar la rodaja de manzana diariamente si planeas almacenar el pastel por varios días. Además, es importante asegurarse de que la rodaja no toque directamente el pastel, para evitar que se humedezca demasiado en una sola área; simplemente colócala en un papel de cocina al lado del bizcocho.
Este método también puede aplicarse a galletas o panes caseros, y es un excelente ejemplo de cómo utilizar ingredientes simples para resolver desafíos comunes en la cocina. Mantener tu repostería fresca y deliciosa ya no será un problema, y siempre tendrás postres tan jugosos como recién horneados, listos para disfrutar con un buen café o té.
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