🔪 Truco de cocina: Conserva tu lechuga fresca por más tiempo
Como cocinero casero con experiencia, sé lo frustrante que puede ser encontrar tu lechuga marchita y sin vida apenas unos días después de comprarla. Este truco no solo te ayudará a mantenerla fresca por más tiempo, sino que también conservará su sabor y textura crujiente. La clave está en controlar la humedad y permitir que la lechuga «respire» adecuadamente. En primer lugar, al comprar lechuga, selecciona siempre cabezas o paquetes que se vean verdes y frescos, sin hojas marrones o amarillas.
Una vez en casa, no laves la lechuga inmediatamente. En su lugar, separa las hojas y envuélvelas, un par a la vez, en toallas de papel ligeramente húmedas. Luego, coloca las hojas envueltas en una bolsa de plástico con cierre hermético, pero asegúrate de dejar un pequeño espacio abierto para permitir que circule un poco de aire. Almacenada así en el refrigerador, la lechuga puede durar hasta dos semanas. Estos pasos ayudan a absorber el exceso de humedad que podría favorecer el moho, mientras el pequeño flujo de aire previene el amontonamiento de gases de etileno que acelera la maduración.
Como consejo adicional, si notas que las hojas comienzan a perder firmeza, sumérgelas en agua helada durante 10 minutos antes de su uso. Este truco las revivirá, devolviendo parcialmente su frescura y haciendo que sean más apetitosas para tu próxima ensalada o sándwich.
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