La crisis del coronavirus ha supuesto un duro revés para una gran parte de la población y de las empresas de este país. Uno de los sectores que se ha visto muy afectado ha sido el de la hostelería, especialmente, en un país en el que estamos acostumbrados a salir a la calle a comer y tomar algo en los bares y restaurantes.
En una primera etapa, con el confinamiento forzoso, los negocios no considerados esenciales —entre los que se incluía la hostelería— tuvieron que echar el cierre por un periodo de tiempo indeterminado, un verdadero drama para muchas empresas que no podían afrontar tantos gastos sin conseguir ingresos.
Después del confinamiento la gente volvió a los bares, pero la situación no era igual a cuando llegó la pandemia, ya que, por un lado, existía una limitación de aforo y, por otro, el público no se siente, como es lógico, con la misma libertad que antes, cuando los bares estaban llenos de gente.
La comida a domicilio, la esperanza de la hostelería
Ante este panorama, un gran número de locales se ha visto obligado a reinventarse y a buscar la manera de salir adelante antes las dificultades que están viviendo. Por suerte, para algunos de ellos hay una alternativa. Y es que muchos bares y restaurantes han puesto un ojo en el mundo online, la interactividad… modelos de negocio que se sirven de internet para desarrollarse en su plenitud, como los casinos en línea, los comercios electrónicos, también llamados e-commerces, etc.
Es así como muchos han incorporado servicios de entrega a domicilio, lo que hace posible generar ingresos y seguir con los negocios en marcha. Y a pesar de eso, lo normal es que el volumen de facturación de los locales se resienta.
Ventajas de los servicios de comida a domicilio
A todos nos gusta que nos pongan la comida por delante y no tener que cocinar. Además, está el plus añadido de que al pedir comida a domicilio puedes solicitar no solo comida deliciosa, sino también platos que están fuera de tu alcance como cocinero, de los que desconoces la receta o de los que no puedes disponer de los productos necesarios para elaborarlos.
La comida a domicilio permite disfrutar de la cocina de tu restaurante favorito respetando el distanciamiento social.
Aquellos negocios que se han visto obligados a tener que cerrar sus puertas al público han encontrado la contrapartida de ver reducidos los gastos, sobre todo, los relativos a la luz y el agua.
Contar con una clientela ayuda a que aumenten los pedidos, pero los pedidos a domicilio también ayudan a que aparezcan nuevos clientes que pueden ser fidelizados.
La calidad de los platos y las condiciones de entrega que deben ser muy respetuosas con los consumidores. Los hosteleros, teniendo en cuenta el tiempo que transcurre entre el final de la elaboración del plato y la entrega del mismo, pueden potenciar o introducir en la carta platos que no vayan a perder calidad durante el trayecto del local a casa. Una opción puede ser utilizar platos semipreparados, es decir, unos productos que estén casi listos para consumir, pero con los que haya que seguir una serie de instrucciones básicas que estén al alcance de cualquiera, como terminar de cocinar el plato dándole un toque final de diez minutos de horno, por ejemplo. Realmente, los límites a este nuevo concepto los marca cada cocinero y su imaginación. Al fin y al cabo, este periodo que nos ha tocado vivir supone una gran oportunidad para potenciar la creatividad, y la cocina puede ser, y debe serlo, muy creativa.
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