Jorge de Andrés pertenece a una de esas familias numerosas, volcadas en el sector de la Restauración en torno a una persona, en este caso su madre Loles Salvador, referente imprescindible para su cocina. Sus inicios fueron con su mad e y con un cocinero vasco que le aporto una solida base, luego se traslada a Barcelona, ciudad en la que profundiza aún más en la cocina de raíces. Vuelve a Valencia, apuesta por la cocina mediterránea y empieza a trabajar una cocina de fusión con su madre. Y llegan las primeras sopas de tomillo, los canelones lacados de pato, los fricandós, las exquisadas…
Sus platos se inspiran en la cocina de raíz y aunque los sentidos están puestos en la innovación, la tradición está muy presente en las creaciones de este chef valenciano. Su cocina está basada en tres ingredientes: el producto, la técnica y la sensibilidad.