🔪 Truco de cocina
¿Te ha pasado que a menudo encuentras tus hierbas frescas marchitas en el refrigerador antes de que puedas usarlas por completo? Existe una técnica poco conocida que puede ayudar a prolongar su vida útil y asegurar que siempre tengas hierbas frescas a mano. Se trata de crear un «jardín frío» dentro de tu frigorífico. Consigue un recipiente poco profundo con tapa (puede ser una caja de plástico para alimentos). Coloca una toalla de papel ligeramente húmeda en el fondo. Esto proporcionará la humedad adecuada sin empapar las hierbas. Luego, acomoda las hierbas frescas, sin apretarlas, asegurándote de que las hojas no estén mojadas, pues el exceso de humedad puede acelerar la descomposición. Tapa el recipiente y guárdalo en el cajón más fresco de la nevera.
Este método es práctico para quienes usan hierbas con regularidad en su cocina, como albahaca, cilantro, perejil o menta. Al emplear este truco, las hierbas pueden durar hasta dos semanas más frescas de lo normal. Además, es un sistema versátil, ya que te permite observar el estado de las hierbas de un vistazo sin necesidad de abrir bolsas o empaques. Como complemento, si alguna hierba comienza a perder frescura, prepara mantequillas compuestas o aceites aromatizados que se pueden congelar para usos futuros, asegurando que nada se desperdicie.
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