🔪 Truco de cocina
Si quieres darle a tus ensaladas un sabor único y una textura crujiente sin necesidad de incorporar ingredientes altos en calorías, prueba a tostar tus propias semillas con un toque de especias. Este sencillo proceso no solo maximiza el uso de ingredientes que ya podrías tener en tu despensa, sino que también te permite personalizar los sabores según tus preferencias.
Para empezar, selecciona tus semillas favoritas, como las de calabaza, girasol o chía. Coloca una sartén antiadherente a fuego medio y añade un poco de las semillas elegidas sin necesidad de aceite adicional. Remueve constantemente para evitar que se quemen. En cuanto empiecen a dorarse y a desprender su característico aroma tostado, añade una mezcla de especias. Unas opciones deliciosas son el pimentón dulce, un toque de ajo en polvo, o incluso una pizca de comino si buscas un perfil de sabor más exótico.
¿Cuándo usarlas? Además de ensaladas, estas semillas condimentadas son perfectas para añadir sobre sopas como crutones saludables, en panes caseros antes de hornearlos, o incluso como un topping diferenciado para guisos en lugar de los habituales crujientes fritos.
Un consejo adicional: Una vez tostadas y sazonadas, deja que las semillas se enfríen completamente antes de almacenarlas en un frasco hermético. De esta forma, se mantendrán crujientes y sabrosas durante semanas, listas para ser usadas en cualquier platillo que desees enriquecer con un toque especial.
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