Inicios y Evolución de «Menage»
Jose Cuñat | «Menage» comenzó su andadura editorial en el año 1931 y continuará saliendo hasta 1957., en un contexto en que España empezaba a sentir los primeros vientos de cambio que traería la Segunda República. Fundada en Barcelona, esta revista no solo se centró en la culinaria y la pastelería modernas, sino que también se convirtió en un reflejo de la sociedad y la cultura de su tiempo. Durante su primera etapa, la dirección estuvo a cargo de José Rondissoni, Profesor del ‘Instituto de Cultura para la Mujer’, de Barcelona, un innovador culinario italiano cuya influencia se extendió más allá de las recetas para marcar una época en la cocina burguesa de la ciudad. Sus cursos en el Institut de la Cultura de la Dona no solo formaban a amas de casa y entusiastas de la cocina, sino que también integraban una perspectiva cultural amplia que resonaba con las tendencias europeas de la época.
La Oferta y Contenido de «Menage»
«Menage» costaba 10 pesetas al año para los suscriptores en España y 15 para los extranjeros, un precio accesible que democratizaba el acceso a sus ricos contenidos. La revista se destacaba por sus clases de cocina, organizadas exclusivamente para suscriptores y celebradas en el Institut de Cultura de la Dona. Estas clases, impartidas por el propio Rondissoni, no solo eran populares sino que también se transmitían diariamente a través de la emisión femenina de E.A.J. Radio Asociación, ampliando su alcance y su impacto en la sociedad española.
Colaboradores y Su Influencia
Entre los colaboradores habituales de «Menage» se encontraban figuras destacadas de la gastronomía como José Federico Laffite, del Hotel Restaurant del Monestir de Montserrat; Francisco Alcalá, del Hotel Regina de Barcelona; y Salvador Farré, del Hotel Colón. La presencia de estos renombrados chefs garantizaba que «Menage» mantuviera un estándar alto en sus recetas y consejos culinarios, haciendo de cada edición una fuente de inspiración y educación para sus lectores.
La publicidad en «Menage» ofrecía una cápsula del tiempo de la época, mostrando anuncios de marcas longevas como Maggi y de establecimientos locales como la mantequería Can Ravell. Estos anuncios no solo eran reflejos del cambio de gustos y tendencias de consumo, sino también de la evolución social y económica de España.
Contexto Histórico y Creación de «Menage»
Los años 30 y 40 en España estuvieron marcados por una serie de cambios dramáticos que afectaron todos los aspectos de la vida nacional. La Segunda República, proclamada en 1931, introdujo esperanzas de modernización y reforma liberal que resonaron en la cultura y el arte, incluida la gastronomía. La Guerra Civil Española, que estalló en 1936, fragmentó el país, creando una ruptura profunda que se reflejó en la literatura, el arte y las publicaciones periódicas como «Menage».
El director de la revista, José Rondissoni, era un gastrónomo apasionado cuyo liderazgo no solo centró la revista en la culinaria, sino que también la convirtió en un foro para la discusión de la cultura y el estilo de vida españoles. Bajo su dirección, «Menage» se publicó con el apoyo de V. Sociats, una casa editorial de Barcelona conocida por su dedicación a los utensilios de cocina y los artículos de metal. Esta colaboración destacó la importancia de la cocina en el hogar moderno y su papel en la definición de la identidad cultural durante un período de grandes transformaciones.
Cambio Político y Repercusión en «Menage»
La llegada de los franquistas en 1939 marcó un punto de inflexión para «Menage». La revista experimentó una castellanización forzada de su contenido y un cambio en su nombre de «Menage» a «Menaje», reflejando el esfuerzo del nuevo régimen por consolidar su control cultural. A pesar de estos desafíos, «Menage» continuó publicando y manteniendo su excelencia en la publicidad, aunque con un enfoque modificado que reflejaba la nueva realidad política.
El cambio en la editorial y la dirección en 1939, cuando los franquistas tomaron el control, marcó un nuevo capítulo para «Menage». La revista experimentó una transformación en su línea editorial, adaptándose a las políticas de españolización y censura del régimen. Sin embargo, mantuvo su calidad y continuó siendo un escaparate para la publicidad de marcas y productos, algunos de los cuales, como Maggi, aún perduran en el mercado. La habilidad de «Menage» para adaptarse y sobrevivir en tiempos de censura y represión habla del profundo arraigo y la popularidad que había conseguido entre los españoles.
Contribuciones y Legado de Rondissoni
Rondissoni trajo consigo un estilo y un enfoque que eran novedosos en España. Bajo su liderazgo, «Menage» se destacó por su capacidad para introducir técnicas avanzadas y tendencias internacionales, lo que la convirtió en la revista de referencia para los aficionados a la cocina en España. La revista continuó publicándose hasta 1957, siendo testigo y partícipe de las vicisitudes políticas y sociales del país, incluyendo la Guerra Civil Española y la posterior dictadura franquista.
Comparativa con Otras Publicaciones de la Época
Durante los años 30 y 40, «Menage» no estaba sola en el panorama editorial gastronómico. Revistas como «Paladar» y «Marmitón» también ofrecían sus propias perspectivas culinarias. «Paladar», publicada entre 1933 y 1935 bajo la dirección de Gonzalo Avello, ganó influencia gracias a la popularidad de su director en la radio. Avello era conocido por sus comentarios gastronómicos en Unión Radio, que resonaban con una audiencia ávida de modernidad y novedad en la cocina.
«Marmitón», por su parte, tuvo una vida más breve, publicándose solo entre 1934 y 1935. Aunque su impacto fue menos duradero que el de «Menage», contribuyó a la diversidad del discurso gastronómico de la época, abordando quizás aspectos más cotidianos y accesibles de la cocina.
El Legado Perdurante de «Menage»
La influencia de «Menage» se extendió mucho más allá de su última publicación en 1957. La revista no solo documentó la evolución de la cocina y la gastronomía española, sino que también se convirtió en un archivo cultural de las transformaciones sociales y políticas del país. A través de sus páginas, «Menage» capturó la esencia de varias décadas de historia española, ofreciendo una perspectiva única que aún hoy es valorada por historiadores, gastrónomos y curiosos por entender la complejidad de España durante el siglo XX.
En resumen, «Menage» no fue solo una revista sobre el arte de la cocina y la pastelería modernas, sino un testigo de la historia, un reflejo de la sociedad y un narrador de la evolución cultural de España. Su legado sigue siendo un testimonio invaluable de cómo la gastronomía puede ser un espejo de los tiempos, revelando mucho más que el paladar de una nación; revelando su corazón y su espíritu a lo largo de las décadas.