El Vinalopó confía en el raïm de Nadal para remontar la campaña
13 de noviembre de 2025 | Redacción
Las variedades tempranas se han pagado a precios muy bajos y el sector deposita sus esperanzas en la uva Aledo
En el Vinalopó ya se respira ambiente de Navidad. A poco más de un mes de las campanadas, el campo ha empezado a recoger la variedad Aledo, el tradicional raïm de Nadal, un fruto dulce y de tono dorado que se cosecha entre noviembre y febrero y que este año se ha convertido en la gran esperanza de los productores para salvar una campaña marcada por los precios hundidos.
El arranque de la temporada no ha sido fácil. Las variedades más tempranas, pese a presentar una calidad excelente, se han pagado en el mercado a precios muy por debajo de lo esperado. Muchos agricultores han visto cómo, tras meses de trabajo, apenas lograban cubrir costes. Ahora, con la Aledo en plena recolección, el sector mira de frente a la campaña navideña con un mensaje claro: sin un impulso en los precios, la viabilidad del raïm del Vinalopó vuelve a quedar en entredicho.
Precios al límite y miedo a la concentración del mercado
Con las cotizaciones actuales, los productores del Vinalopó apenas consiguen hacer frente a los gastos de cultivo, mano de obra y empaquetado. La situación, advierten, no solo compromete los ingresos de esta campaña, sino que alimenta un temor creciente: que los fondos de inversión y las grandes empresas terminen acaparando el negocio, dejando fuera a los pequeños agricultores que han sustentado históricamente la denominación de origen.
“Este año no tenemos el consumo de otras campañas y todo va muy lento. Se nota que el mercado no está dispuesto a pagar los precios que necesitamos”, lamenta Enrique Sánchez, responsable de la sección de raïm de la Unió Llauradora i Ramadera. Su diagnóstico es compartido en cooperativas y almacenes: el producto mantiene la calidad, pero la respuesta en los lineales no acompaña.
La combinación de costes al alza, precios ajustados y una demanda menos dinámica que otros años alimenta la preocupación. Muchos agricultores asumen la campaña como un pulso decisivo en el que la Aledo puede marcar la diferencia entre un cierre en números rojos o, al menos, un cierto equilibrio.
Más de 31 millones de kilos bajo denominación de origen
A pesar de las dificultades, las previsiones de producción siguen siendo relevantes. Para esta campaña se espera recolectar más de 31 millones de kilos de uva dentro de la Denominación de Origen Protegida Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó, que basa su estrategia precisamente en la calidad y singularidad del producto.
La técnica tradicional del embolsado en el propio cepo, que protege el racimo durante su maduración, permite alargar la campaña hasta bien entrado el invierno y ofrecer una fruta fresca, de piel fina y sabor equilibrado justo en el momento en que el raïm de Nadal se convierte en protagonista absoluto de las mesas.
En este sentido, Beatriz Rocamora, directora de la DO Raïm del Vinalopó, recuerda que se trata del único raïm de taula fresco producido en el hemisferio norte de cara a la Navidad. “Es uva que se puede consumir en fresco, que no viene del hemisferio sur, y que mantiene un vínculo directo con el territorio y con una forma de cultivo que se ha transmitido durante generaciones”, subraya.
Una llamada a consumir producto de proximidad estas Navidades
Ante este escenario, el campo del Vinalopó lanza una llamada a la supervivencia: piden a los consumidores que, a la hora de elegir la uva para las campanadas y para las celebraciones navideñas, se fijen en el origen del producto y apuesten por el raïm del Vinalopó con denominación de origen.
El mensaje es claro: cada racimo que se compra con sello del Vinalopó no solo garantiza calidad y frescura, sino que contribuye a sostener una red de pequeños productores, cooperativas y familias que viven de la uva de mesa. Para ellos, la campaña de Navidad no es solo un pico de ventas, sino el momento decisivo que puede compensar una temporada marcada por la debilidad de los precios en las variedades tempranas.
A la espera de cómo responda el mercado en las próximas semanas, el Vinalopó sigue llenando cajas de Aledo dorada, con la vista puesta en las doce uvas de fin de año y en la esperanza de que el raïm de Nadal vuelva a ser, una vez más, el salvavidas de la campaña.
Follow Me