Cada verano, cientos de hectáreas de bosque desaparecen bajo las llamas en cuestión de minutos. El paisaje cambia, la fauna huye, y la vida —literal y figuradamente— se apaga. Sin embargo, hay algo más devastador que el fuego: la indiferencia. Por eso, iniciativas como la campaña “Stop al Foc” impulsada por la Generalitat Valenciana son hoy más necesarias que nunca.

Este año, el foco está en lo más importante: las personas. Porque detrás de la mayoría de incendios hay un gesto humano. Y también detrás de la solución.
Un bosque no es solo árboles: es hogar, es oxígeno, es memoria
Podemos hablar de cifras, de hectáreas arrasadas, de millones de euros en pérdidas. Pero hay algo más profundo que el fuego destruye: el vínculo con nuestro entorno. Muchos de nosotros crecimos en contacto con la naturaleza, en excursiones familiares, campamentos, rutas de senderismo o paseos con amigos. Cada monte que arde se lleva también parte de nuestra historia.
Por eso, la campaña “Stop al Foc” no solo busca informar, sino tocar la fibra. Porque cuando sientes el bosque como tuyo, no lo abandonas ni lo pones en riesgo.
El 65% de los incendios tiene origen humano. Y eso… se puede evitar
Según datos oficiales, en la Comunitat Valenciana, dos de cada tres incendios forestales se deben a acciones humanas: negligencias, descuidos, imprudencias o incluso actos intencionados.
Algunas causas evitables:
- Hacer fuego en zonas no permitidas
- Tirar colillas al suelo
- Quemar restos agrícolas sin autorización
- Utilizar maquinaria o herramientas en días de riesgo extremo
- No informar al 112 al ver humo
Lo más triste es que muchas de estas acciones se repiten cada año. La prevención es tan sencilla como poderosa: ser consciente, informarse y actuar con responsabilidad.
Una campaña que nos interpela a todos
La gran novedad de “Stop al Foc” es su mensaje directo, humano y cercano. No hay amenazas ni alarmismos. Hay una llamada clara: «Si lo sientes, lo proteges».
La estrategia se basa en tres ejes:
- Concienciación emocional: conectar con el valor sentimental y vital del paisaje natural
- Prevención activa: promover hábitos seguros entre la ciudadanía
- Responsabilidad compartida: gobiernos, vecinos, agricultores, excursionistas… todos jugamos un papel
Este año, más que nunca, la protección del bosque empieza en tu casa, en tu comunidad, en tu día a día.
El papel de los municipios: custodios del territorio
Ayuntamientos, brigadas locales, asociaciones vecinales y grupos excursionistas están llamados a multiplicar el mensaje. Charlas escolares, campañas informativas, rutas guiadas y señalización de zonas de riesgo son herramientas clave.
El entorno rural no es solo el que sufre más las consecuencias del fuego. También es el que tiene más poder para prevenirlo.
¿Qué puedes hacer tú, desde hoy mismo?
🌿 Evita cualquier uso del fuego en el monte
🚭 No arrojes colillas ni basura
📱 Llama al 112 si ves humo o comportamiento peligroso
👨👩👧 Educa a tus hijos en el respeto a la naturaleza
🤝 Participa en actividades de vigilancia o limpieza forestal
Pequeñas acciones diarias pueden salvar vidas, paisajes y generaciones futuras.
En resumen: no se trata solo de prevenir incendios, sino de proteger lo que somos
Un incendio no solo destruye un ecosistema. Destruye historias, costumbres, oxígeno, agua, equilibrio. Por eso la lucha contra el fuego no puede depender solo de bomberos o helicópteros. Debe empezar en cada uno de nosotros.
Porque el monte no es un lugar lejano. Es parte de nuestra vida. Y lo que se cuida, no se quema.
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