La piña es una de esas frutas que casi todos aman, ya que es tanto dulce como cítrica. Aunque solemos tomar su zumo o jugo, sobre todo en épocas veraniegas, la verdad es que esta fruta guarda más secretos para incluirlas en muchas recetas. ¡Anímate a comer esta fruta de varias formas!
Para empezar, la piña es una fruta que crece cada tres años en sudamérica; y mientras más lejos esté tu país de este continente, su precio se elevará. Sin embargo, vale la pena consumirla y conservarla de una forma adecuada para que se conserve tanto su sabor como por la cantidad de nutrientes que contiene: azúcar saludable, fibra, vitamina C, vitamina A, potasio, calcio, entre muchos más.
Conoce cinco nuevas formas de comer piña
Hemos preparado una lista donde incluimos 5 formas de comer piña para que puedas elegir tu favorita, la que se adapte a tu gusto o llame tu atención. Toma apunte de cada una y prepárate para probar algo nuevo que podrías integrar a tu alimentación balanceada.
1. Piña en mezcla de frutas secas
La piña contiene un 80% de agua; es tan jugosa que solo al comerla en trozos te asegurará una hidratación completa. Por otra parte, la piña deshidratada contiene todos los nutrientes de la piña fresca (de hecho más concentrados) pero atraviesa un proceso de “secado”, eso la hace perfecta para consumir como snack.
Podrás conseguirla en cualquier supermercado orgánico. Las rodajas de piña deshidratada pueden llevarse en el bolso, para el snack a media tarde. Aunque, te proponemos mezclarla con otras frutas y frutos secos, creando así una especie de granola. Podrías tener tu snack de piña deshidratada en tu alacena para comer cuando quieras.
2. Infusión de piña o agua de piña refrescante
Esta es una forma muy tradicional de aprovechar toda la piña. Básicamente se trata de no echar a la basura la piel o cáscara. Sí puedes botar las hojas pero esa cáscara es perfecta para una infusión o agua de piña. Es muy sencillo: agregas la cáscara en una olla y la dejas hirviendo por unos 15 minutos. Luego deja que se enfríe naturalmente y pasa por un colador el resultado. ¡Allí tienes, un agua dulce y refrescante!
3. Flan de piña en almíbar y coco deshidratado
El flan o pudín suele ser de tres sabores: vainilla, fresa y chocolate. Pero, si te atreves a preparar uno de piña, te llevarás toda una exquisita sorpresa. Necesitarás: piña en almíbar, leche condensada, leche de vaca o vegetal, y huevos. Si no tienes piña en almíbar, agrega azúcar a la mezcla.
Aunque la versión original del flan lleva un topping de caramelo, esta vez usaremos coco deshidratado y rallado para que sea más saludable y rico. Para degustar esta receta debes mezclar todos los ingredientes ayudándote con una licuadora o batidora, luego viertes esa mezcla en moldes; al final cocina a baño maría por media hora. Se sirve frío, así que te aconsejamos prepararlo con tiempo.
4. Piña rellena con mariscos
La combinación del dulzor y acidez de la piña con alimentos salados es el amor y el desamor de muchos. Si eres de los que no soporta la existencia de la pizza con piña, quizás no te agrade mucho la idea que te propondremos pero ¿por qué no atreverte?
Primero, prepara los mariscos en una sartén (pescados, camarones, pulpos y otros) con aceite de oliva, sal, pimienta, cilantro, perejil y el sabor sorpresa: piña fresca cortada en cubitos. No compres la piña enlatada. La idea es que cortes la piña entera a la mitad, extraigas su pulpa y quede el espacio para verter la preparación de los mariscos.
5. Piña colada al café
¿La piña puede mezclarse con café? Claro que sí, es delicioso y te explicamos cómo prepararlo. Se trata de una piña colada pero con base de café: en una licuadora mezcla un café espresso (ese que es intenso), zumo de piña fresca, una cucharada de crema de coco y cubitos de hielo. Cuando la consistencia sea homogénea estará listo para servir y, si lo prefieres, también podrías agregar ron añejo.
¿Cómo elegir la mejor piña?
Lo primero que debes ver es el color de la piel: puede ser verde, muy amarillo, o una combinación de estos. Cuando es verde, no está madura; sin embargo podrías comprarla para consumirla en el futuro; algo que no necesites de inmediato. Ahora, la piña perfecta es de color amarillo radiante o dorado y tiene hojas verdes. Nunca compres una piña de color amarillo apagado, ni con hojas deterioradas.